La marcha protestante de Portadown se salda con una veintena de policías heridos

Veinte policías resultaron heridos en enfrentamientos con seguidores de la protestante Orden de Orange, que realizó ayer su tradicional marcha por la ciudad de Portadown, en Irlanda del Norte, bajo fuertes medidas de seguridad, informó la policía local. Más de 2.000 policías y soldados habían sido desplazados para supervisar la marcha de los 1.300 miembros de la Orden de Orange desde el centro de la ciudad hasta la iglesia de Drumcree. Policías y militares impidieron pasar a los protestantes a través de una barricada de acero, con el fin de que no marcharan por la calle católica de Garvaghy Road. Fue allí donde se produjeron los incidentes cuando los seguidores de los protestantes arrojaron piedras y botellas contra las fuerzas de seguridad. Los policías les intentaron dispersar lanzando chorros de agua a presión desde camiones antidisturbios además de con disparos intimidatorios de balas de plástico. Un manifestante resultó herido en un brazo a causa de una bala de plástico. Finalmente la barricada de seguridad fue reforzada por miembros del Ejército británico. Según testigos presenciales, en los incidentes también participaron miembros de la Orden que golpearon con sus paraguas a policías y soldados. Al igual que se viene haciendo desde 1998, se ha prohibido que los protestantes pasen durante su regreso de la misa en la iglesia de Drumcree a través de la calle católica de Garvaghy Road.