Los cristianos pakistaníes, víctimas de otro atentado

La comunidad cristiana en Pakistán fue ayer viernes víctima del segundo atentado en una semana, en el que un grupo de hombres lanzó granadas en el hospital de Taxila, cerca de Islamabad, causando la muerte de tres empleados paquistaníes y de uno de los asaltantes y provocando heridas en al menos 26 personas. El atentado contra el hospital, un enclave budista a 25 kilómetros al oeste de Islamabad, fue perpetrado cuatro días después de un ataque contra una escuela cristiana de Murree, otro lugar turístico en los primeros contrafuertes del Himalaya, al noreste de la capital, que causó seis muertos. Hacia las 07.45 horas (03.45 en España), tres asaltantes, armados de granadas y pistolas, atacaron a los miembros del hospital que salían de la capilla, acabando con la vida de tres empleados: dos enfermeras y un auxiliar, según indicó la Policía. La mayoría de los heridos son mujeres, empleadas o residentes, según precisó un médico. Uno de los tres agresores, que llevaba un «shalwar kameez, la túnica tradicional, murió en el ataque y su cuerpo está siendo examinado, según indicó el jefe de la Policía de Taxila, Sikandar Hayad.