Koizumi espera solución para los raptos y Pyonyang reclama compensaciones por la ocupación japonesa
Japón y Corea del Norte inician una cumbre para lograr la reconciliación
La histórica cumbre entre el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, y el líder norcoreano comenzó ayer en Pyongyang con buenas perspectivas,
El familiar de uno de los secuestrados, llora tras la noticia de su muerte
«Creo que el foso que existió entre los dos países pese a su proximidad geográfica es una cuestión del siglo XX», declaró Kim a Koizumi, estimando que ahora se inaugura «una nueva página de historia» entre ambos países. Koizumi, que llegó en un avión especial hacia las 9:00 de la mañana (2:00 horas en España) y se dirigió directamente a la residencia de Estado de Paekhwa Won (El Jardín de las Cien Flores), esperó a que la prensa abandonase la sala en la que se desarrolló la reunión para responder al dirigente norcoreano. La sesión de la mañana duró más o menos una hora antes de una pausa para el almuerzo. Según responsables japoneses, Koizumi abordó todos los temas pendientes, incluyendo el problema de los secuestros y el de la seguridad. Respecto a esta última cuestión, el presidente estadounidense George W. Bush pidió días atrás en Nueva York al premier japonés que transmitiera sus inquietudes relativas al supuesto desarrollo de armas nucleares por Corea del Norte y sus exportaciones de misiles balísticos. Poco después de conocerse la noticia de la muerte de los secuestrados japoneses, varias escuelas norcoreanas en Osaka, ciudad al oeste de Japón con grandes colonias de residentes coreanos, recibieron por teléfono amenazas de muerte contra sus estudiantes, según informó la agencia local Kyodo. Tokio y Pyongyang acordaron reanudar en octubre el diálogo que conducirá a la normalización de relaciones y sentaron las bases para una cooperación económica con créditos y ayudas oficiales a través de organizaciones humanitarias. La cumbre tiene por objetivo dar un nuevo impulso a las discusiones de normalización de las relaciones bilaterales, interrumpidas en varias ocasiones en los últimos diez años. Mientras Koizumi quiere volver a Tokio con avances en el caso de los secuestros, Pyonyang reclama compensaciones de Tokio por la ocupación japonesa de la península coreana entre 1910 y 1945. Esta es, en todo caso, la primera cumbre entre los líderes de los dos países desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.