Venezuela se queda en calma tras la manifestación contra Hugo Chávez

El líder sindical y portavoz de la alianza opositora Coordinadora Democrática, Carlos Ortega, reiteró el sábado ante la multitudinaria manifestación anti-Chávez que la huelga general se mantendrá hasta que el gobernante renuncie al cargo, o acepte celebrar elecciones en un plazo máximo de tres meses. La huelga general ha perdido seguimiento en los golpeados sectores comerciales, pero mantiene prácticamente paralizada a la vital industria petrolera de Venezuela, el quinto exportador mundial de crudo. Para ayer, domingo, se esperaban nuevas movilizaciones tanto de simpatizantes como opositores del Gobierno de Chávez, quienes permanecen en lasalles del país siguiendo las órdenas de sus líderes respectivos. La creciente conflictividad social en Venezuela ha propiciado llamamientos de sectores nacionales e internacionales para que Gobierno y oposición logren cuanto antes acordar una salida electoral a la grave crisis que traviesa el país. El Gobierno de Chávez y la alianza opositora de partidos, asociaciones civiles y las cúpulas sindical y patronal, intentan desde el 8 de noviembre concertar una salida electoral al conflicto en la «mesa de negociación y acuerdos», que dirige el secretario general de la OEA, César Gaviria. Mientras tanto, el presidente venezolano efectuó un contraataque ayer tomando el Pilín León, el buque insignia de los huelguistas que permanecía anclado con 44 millones de litros de gasolina en sus bodegas. El capitán César Vicente, del buque Moruy, informó que subió «personal de nacionalidad hindú con maletas y todo y también de la Guardia Nacional, armados y sin permiso del capitán». Respecto la multitudinaria manifestación que el sábado reunió a más de un millón de venezolanos que coreaban «¡Elecciones ya!» y llevaban pancartas en las que preguntaban «¿Qué parte de VETE YA no entiendes?», el teniente coronel reiteró que no dejará el poder: «Yo no me voy a ir de aquí por presiones de un grupo de gerentes, de un grupo de golpistas, de un grupo de fascistas, de un grupo de empresarios, de un grupo de medios de comunicación. Conmigo se equivocaron, siempre se han equivocado, se siguen equivocando y se seguirán equivocando». El mandatario pidió a los comandantes y generales de la República para que desconozcan las sentencias que contradigan los decretos presidenciales emitidos para romper la huelga.