La Liga Árabe pide a los países que vuelvan a financiar a la UNRWA
Israel acusa a la organización de la ONU de participar en el acto terrorista de octubre
Se disparan cohetes desde la Franja de Gaza (al fondo) mientras un palestino desplazado camina cerca de la frontera palestino-egipcia en el campamento de Rafah
La Liga Árabe solicitó ayer que se retracten los países que anunciaron el cese de su financiación a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y reconsideren su posición por el riesgo que representa para los millones de personas dependientes de la ayuda humanitaria que brinda en la Franja de Gaza.
En un comunicado al fin de una sesión a nivel de delegados permanentes en El Cairo, el organismo panárabe pidió «a los países que recientemente anunciaron el cese de su financiación a la UNRWA que reconsideren y retracten sus posiciones, y que eviten cargar a la UNRWA con el peso de las injustas acusaciones israelíes contra algunos» de sus integrantes.
Asimismo, destacó que financiar a la UNRWA es «una responsabilidad legítima y responsable de la comunidad internacional», y negarse a hacerlo o reducir su financiación es un «peligro (...) que expone a generaciones de refugiados palestinos a la pérdida de recursos básicos, educativos, y servicios».
Tras estas consideraciones, la Liga Árabe, compuesta por 22 países, condenó las «campañas sistemáticas israelíes para perjudicar a la UNRWA, incluida la incitación a atacarla», así como rechazó también las acciones para acusar a su personal como «subterfugio sin investigación ni escrutinio» y como parte de «los ataques israelíes contra la agencia con el objetivo de socavarla y poner fin a ella». En la nota, reiteró su rechazo a los ataques israelíes contra escuelas, refugios y toda clase de instalaciones en el enclave palestino y reiteró su llamamiento a la comunidad internacional para que cumpla con sus obligaciones financieras y apoye el presupuesto de la UNRWA. Desde que Israel acusó a 12 trabajadores de la agencia de haber participado en los ataques del grupo islamista Hamás del 7 de octubre, países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Francia, entre otros, anunciaron que retiraban su financiación.