Disturbios tras enterrar a las víctimas del atentado pakistaní

Diversos disturbios callejeros estallaron ayer en la ciudad paquistaní de Karachi tras los funerales por dos de las nueve víctimas mortales del atentado cometido contra una mezquita chií. Grupos de personas que habían asistido al funeral se concentraron en el centro de la ciudad y arrojaron piedras contra varias oficinas bancarias, dos restaurantes de comida rápida de una cadena estadounidense y diversos comercios, al tiempo que prendían fuego a neumáticos para cortar el tráfico en algunas calles. La aparición de la policía hizo que los manifestantes se disolvieron, sin que hubiera heridos, según las autoridades. Además de las dos personas enterradas ayer en Karachi, los otros siete muertos en el atentado fueron trasladados a sus lugares de origen, la mayoría en la provincia norteña paquistaní de Gilgit, donde fueron inhumadas. La Policía paquistaní apuntó ayer que los autores del atentado podían ser miembros del grupo ilegal integrista islámico suní Lashkar i Yhangvi, acusados de anteriores ataques a miembros de la minoría musulmana chií. El sábado, tres hombres que iban en dos motocicletas dispararon con fusiles automáticos contra unas cincuenta personas que entraban para la oración de la noche en una mezquita chií cercana al aeropuerto de Karachi, de las que nueve resultaron muertas y otras tantas heridas. Cinco murieron en el acto, entre ellas un niño de siete años, y otras cuatro fallecieron poco después en el hospital al que fueron trasladadas.