Se aceleran los preparativos de guerra en el Golfo Pérsico

Estados Unidos intensifica sus preparativos de guerra en el Golfo Pérsico, en lo que el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, calificó como una muestra de la seriedad con que se ha tomado la decisión de desarmar a Sadam Husein. Después de que el presidente, George W. Bush, instara nuevamente al gobernante iraquí a despojarse de «manera total y completa» de sus arsenales, fuentes del Pentágono anunciaron el jueves que el número de efectivos estadounidenses en la región llegó a 225.000, para una guerra no declarada aún. El jefe del Pentágono descartó, sin embargo, que se necesiten centenares de miles de soldados para mantener una fuerza de ocupación en Irak. Según cálculos difundidos esta semana esa fuerza de ocupación tendría un costo de unos 95.000 millones de dólares. Mientras tanto, el Pentágono ordenó la partida al Golfo Pérsico de un sexto portaaviones y de un número desconocido de sus bombarderos más sofisticados, los B-2. El incremento de la presencia militar estadounidense en la región coincidió con el aumento de las misiones de vigilancia sobre las zonas de exclusión aérea que culminaron con ataques a emplazamientos iraquíes en los últimos tres días. El jueves pasado, aviones de EEUU y el Reino Unido, con base de operaciones en Turquía, atacaron centros iraquíes de comunicaciones en el norte del país, en respuesta a fuego de artillería y volvieron ilesos a su base en Incirlik, Turquía. El miércoles pasado, aviones de EEUU habían atacado dos centros de comunicaciones militares en el sur de Irak después de otros ataques en el norte.