El IRA Auténtico no dejará las armas hasta que Londres se vaya del Ulster

«Los verdaderos republicanos rechazan esta traición y siguen dispuestos a poner en marcha cualquier acción necesaria que sirva a la causa por la que tantos voluntarios se han sacrificado», añade el comunicado. El IRA Auténtico reivindicó el atentado más sangriento de la historia del conflicto en el Ulster, ocurrido en Omagh el 15 de agosto de 1998 y en el que murieron 29 personas. El IRA, principal organización clandestina de la isla, apoya el proceso de paz y observa un alto el fuego. Este comunicado de los disidentes se produce mientras Londres y Dublín se encuentran negociando con el IRA sobre el futuro del plan de paz. Diálogo dentro del que Gerry Adams, líder del Sinn Fein (brazo político del IRA), urgió ayer a los primeros ministros británico, Tony Blair, e irlandés, Bertie Ahern, a publicar su plan para impulsar el proceso de paz del Ulster. Adams pidió a ambos mandatarios «sentido común» para valorar el compromiso del Ejército Republicano Irlandés (IRA) con el proceso de paz, expresado en una declaración que la banda armada envió hace poco más de una semana a los gobiernos de Londres y Dublín. El presidente del Sinn Fein subrayó también que la declaración del IRA es clara, frente a las dudas de Blair y Ahern, que el pasado 10 de abril suspendieron la divulgación del plan de paz por su descontento con la reacción de la organización terrorista. Autonomía congelada «Nos han dicho que el problema radica en la falta de claridad de la declaración del IRA que poseen ambos gobiernos. No hay falta de claridad en esa declaración», recalcó Adams, en un discurso pronunciado en Belfast para conmemorar el Levantamiento de Pascua de 1916, que abrió el camino para la independencia de Irlanda. «Quizás -esgrimió el dirigente republicano-, el problema es que no se usan las palabras exactas que recomienda el Gobierno británico, pero el texto es muy claro sobre las intenciones del IRA». Pese al escepticismo británico-irlandés, Adams se mostró confiado en que se pueda lograr un acuerdo para reactivar el proceso de paz, en crisis desde que Londres congelara el pasado octubre la autonomía norirlandesa a raíz de un supuesto caso de espionaje del IRA. «El consenso -comentó- es posible si existe voluntad política y si los negociadores están dispuestos a avanzar» en el proceso de paz.