Taylor acepta exiliarse de Liberia si se envían tropas rápidamente

El presidente de Liberia, Charles Taylor, aceptó ayer exiliarse en Nigeria pero instó a las fuerzas internacionales a entrar en el país cuanto antes para evitar el caos que seguirá a su partida. Tras el anuncio hecho por Taylor, a quien se considera un genocida y criminal de guerra, el portavoz presidencial norteamericano Ari Fleischer anunció que Estados Unidos enviaría a Liberia un grupo de expertos militares para valorar la situación y ver si es necesario que su país envíe tropas a la zona, donde las matanzas entre partidarios y opositores a Taylor se suceden desde hace más de un mes. Toda la comunidad internacional está presionando para que Bush decida el envío de soldados a un país que fue fundado con esclavos negros liberados de Estados Unidos y con el que ese país tiene una cierta deuda histórica. Sin embargo, las diferencias dentro de la Administración Bush, donde el Departamento de Defensa y el de Estado permanecen enfrentados respecto a la intervención militar, han bloqueado cualquier decisión al respecto y de momento, el envío de expertos parece una solución de compromiso de cara al viaje que Bush emprenderá por cinco países africanos el proximo lunes. Sierra Leona espera «No entiendo por qué los Estados Unidos insisten tanto en que me vaya antes de la llegada de sus tropas. Creo que tendría más sentido que las fuerzas de paz llegaran a Monrovia antes de que se produzca el cambio» afirmó ayer Taylor, contestando así a la nueva llamada hecha ayer por Bush para que el presidente liberiano cumpla con su palabra y se exilie. «La estabilidad es impotante pero sólo se podrá conseguir si Taylor se va. El presidente le ha pedido que se vaya ya, enseguida, esa es su posición», explicó Fleischer . En la vecina Sierra Leona se espera la ocasión para poder extraditarle y juzgarle por crìmines de guerra, aunque obviamente Taylor no aceptará un exilio que ponga en peligro su libertad. Taylor fue uno de los señores de la guerra de Liberia, donde combatió hasta que en 1997 ganó unas elecciones poco claras. Se le acusa de haber colaborado con la sangrienta guerrilla de Sierra Leona.