Sharón viaja a EE.UU., donde encontrará reservas al muro de separación
El primer ministro israelí, Ariel Sharón, partió ayer hacia Washington, donde es más que previsible que el presidente norteamericano, George W. Bush, le exprese el malestar de su administración por el muro de separación que construye Israel a lo largo de la frontera con Cisjordania. Antes de partir ayer tarde hacia la capital estadounidense, Sharón dijo a los ministros de su partido, el derechista Likud, que el muro de separación no será alterado pese a las presiones que Israel pueda recibir de EE.UU. Según informa el diario Haaretz , Sharón y su ministro de Defensa, Saúl Mofaz, acordaron que el trazado del muro no será cambiado, si bien Israel «se centrará en erigirlo en las zonas menos problemáticas». Israel inició a mediados del año pasado la construcción de un complejo sistema de muros, vallas, alambradas, trincheras y sensores eléctricos para impermeabilizar la frontera con Cisjordania. En una conferencia de prensa celebrada el pasado viernes en Washington con el primer ministro palestino, Abu Mazen, Bush manifestó que «el muro es un problema del que he tratado con Ariel Sharon» y añadió, «es muy difícil crear un ambiente de confianza entre palestinos e israelíes con una muralla serpenteando por Cisjordania». En la que será su novena visita oficial a EE.UU. desde que asumió la jefatura del Gobierno, en marzo de 2001, Sharón tratará de convencer a Bush de que está haciendo todo lo que puede para seguir con la puesta en marcha del plan de paz conocido como «Hoja de Ruta». Así, los últimos pasos adoptados por el gabinete de Unidad Nacional israelí, son lo que en el argot oficial se denominan «gestos de buena voluntad para reforzar la figura de Abu Mazen». El Consejo de Ministros decidió ayer, además, la liberación de cien presos islamistas palestinos, la reapertura de puestos de control militares en Cisjordania, así como la entrega de 9.000 permisos de trabajo a palestinos. El Ejército israelí comenzó ayer el desmantelamiento de los puestos militares de Surda y de Ein Arik, próximos a la ciudad cisjordana de Ramala, mientras que otro puesto entre esta ciudad y Belén ya ha sido levantado.