El FBI cancela vuelos ante el temor de que Al Qaída estrelle otro avión

El vuelo 223 de British Airways que debería partir a diario del aeropuerto londinense de Heathrow al de Dulles, a las afueras de Washington, no había logrado ayer empezar el año. Las autoridades decidieron cancelarlo por segundo día consecutivo tras recibir «una amenaza real y definida», según fuentes de la seguridad británica citadas por la agencia The Press Association , de que «iba a ser destruido sobre Washington», dijo el analista Paul Beaver. Al menos seis vuelos procedentes del Reino Unido, Francia y México se han visto afectados por la serie de medidas de seguridad. La compañía ha ofrecido a sus airados clientes la devolución del billete o la posibilidad de repartirlos en otros vuelos de futuro incierto. Y si el aparato no llega a Washington, tampoco puede partir desde allí el vuelo 222 que regresa a Londres, por lo que la pesadilla de Bristish Airways se duplica cada día que pasa. La maldición del vuelo 223 comenzó el día de Nochevieja, cuando dos cazas escoltaron al avión británico al entrar en el espacio aéreo estadounidense y le indicaron que aterrizase en un hangar remoto del aeropuerto de Dulles, donde les esperaban los agentes del FBI para interrogarles y registrarles exhaustivamente. A los pasajeros se les mantuvo en la oscuridad en cuanto al motivo de esta inesperada acción, sin permitírseles utilizar sus teléfonos móviles ni avisar a quienes les esperaban en tierra para celebrar la última noche del año 2003. British Airways anunció a última hora de ayer la cancelación de su vuelo de hoy a Ryad después de que el Gobierno británico se lo pidiese por motivos de seguridad. La decisión se produce después de que el vuelo a Ryad del pasado miércoles desde el aeropuerto londinense de Heathrow quedara suspendido. Como consecuencia de esta cancelación, el vuelo de regreso BA262 de mañana también quedará cancelado. Palacio viajará a Washington La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, se reunirá previsiblemente el próximo martes en Washington con los responsables norteamericanos de seguridad interior, con quienes analizará las recientes medidas adoptadas por Estados Unidos relativas a la seguridad aérea para evitar atentados terroristas.