EE.UU. y Alaui dan un ultimátum a Al Sáder para que deponga las armas

El primer ministro iraquí, Iyad Alaui, ha dado una «ultima oportunidad» al clérigo chií Muqtada Al Sáder, mientras las tropas de Estados Unidos han lanzado un intenso ataque contra el jeque y sus seguidores. Al tiempo que el cerco a Al Sáder se estrechaba ayer, la violencia continuó en otras ciudades del país, como en Bagdad, donde se registraron varias explosiones. En una conferencia de prensa en la capital, Alaui aseguró que en caso de que Al Sáder acepte el ultimátum, el Gobierno iraquí está dispuesto a «garantizar su seguridad y la de su grupo». El primer ministro reiteró, no obstante, que su Gobierno no permitirá la existencia en el nuevo Irak de grupos armados o de milicias, e instó a los rebeldes chiíes a que «depongan las armas, abandonen la mezquita y se impliquen en la democracia del país». Voces a favor del ultimátum Horas antes del ultimátum de Alaui, el ministro de Estado iraquí, Kasim Daoud, también dio unas «horas» a Al Sáder para que ordenara la retirada de sus hombres de la gran mezquita de Nayaf, a unos 170 kilómetros al sur de Bagdad. A esas voces se unió la del decano de la familia Al Sadr, el también clérigo Husein Al Sadr, que pidió a Muqtada que acepte «inmediatamente» las exigencias para que desarme a su milicia y abandone la mezquita. No cesan los enfrentamientos En la conferencia de prensa, el primer ministro Alaui no hizo referencia a los ataques que poco antes había emprendido la aviación estadounidense contra las posiciones de los milicianos dirigidos por Muqtada Al Sáder, que se dan el nombre del Ejército del Mahdi . Los ataques, que comenzaron al mediodía, fueron considerados por las televisiones árabes como la mayor ofensiva contra los seguidores de Al Sadr desde el inicio del enfrentamiento el pasado cinco de agosto. La respuesta del clérigo rebelde ha llegado, hasta el momento, por boca de su portavoz, Abdelhadi Darrayi, quien calificó de «cobardes y acto criminal» los bombardeos estadounidenses.