| Reportaje | Educación de posguerra |
Un libro para diez niños
Los niños iraquíes deben compartir el escaso material escolar que poseen y asisten a clase en centros semiderruidos y sin agua potable
La escasez de medios en Irak hizo que el curso escolar comenzara en penosas condiciones, con escuelas sin agua potable y tan pocos libros que es frecuente que apenas haya uno solo por cada diez niños, según denunciaron los propios profesores. Según indica la agencia de noticias de la ONU, los profesores de Bagdad aseguran además que la falta de recursos materiales está mermando el proceso educativo del país y situándolo en niveles de precariedad desconocidos en la época de Sadam Huseín, en la que nunca pasó nada parecido. «Comenzamos nuestro año sin las mínimas condiciones necesarias para enseñar a nuestros alumnos», indicó una profesora de secundaria de la escuela de Kadhimya de Bagdad, Zina Obaidi. Los profesores también echan de menos otros recursos básicos como el agua potable y advierten de que en algunos sitios las aguas residuales amenazan con desbordarse. Mientras, el Ministerio de Trabajos Públicos aseguró que está trabajando para reconstruir las escuelas. «Es terrible ver a niños llevando agua desde sus casas porque las escuelas no les pueden ofrecer agua limpia. El invierno está llegando y no hay calentadores», indicó por su parte la madre de un niño de la escuela primaria de Mansoor, Mariam Kubaissi. Propaganda Tras la caída de Sadam, todos los libros de enseñanza distribuidos por el régimen fueron considerados propaganda, de modo que se retiraron de la circulación. Para este año, se espera que se impriman hasta 64 millones de nuevos libros en los que no aparezca ninguna referencia al partido Baas ni imágenes del dictador depuesto. Los fondos para la impresión de los nuevos manuales llegan de una amplia variedad de fuentes, entre las que destaca la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Poco después de que comenzara la guerra una buena cantidad de libros fueron robados de las escuelas y de las librerías. Estos responsables de centros educativos dicen haberse reunido en varias ocasiones con responsables del Ministerio de Educación, pero hasta el momento no ha habido ninguna solución a la falta de material ni a las condiciones insalubres de las escuelas.