Diario de León

Trece facciones, entre ellas Hamás y la Yihad, crearon una autoridad colegiada

Las milicias palestinas se unen para evitar el caos en la era pos Arafat

La esposa de Arafat decidirá cuándo se desconecta al «rais» del respirador artificial

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C. Tristán - corresponsal | tel aviv
León

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Los territorios ocupados eran ayer un hervidero de rumores, reuniones y oraciones, mientras en Israel la muerte de Yaser Arafat se daba como un hecho de facto que las autoridades palestinas mantienen oculto para preparar a contrarreloj la delicada transición política y social que supondrá la era pos Arafat, mentalizando de paso gradualmente a la población del óbito de su hasta ahora indiscutible líder. Una teoría plausible que también comparte la mayoría de los analistas políticos extranjeros. De momento, la situación está bajo control y reina la calma, mientras fuentes anónimas de la Mukata señalaban que Suha Arafat será quien decida cúando desconectar al rais el respirador artificial que le mantiene con vida. Es la hora de organizarse, de tomar posiciones para la sucesión y en este contexto las trece facciones armadas de la resistencia palestina -integradas en el Comité Superior Islámico y Nacional, que aglutina movimientos religiosos, como Hamás, y laicos, como el marxista Frente Popular para la Resistencia Palestina no han querido dormirse en los laureles para asegurarse un protagonismo político en la nueva época que se avecina. Reunión en Gaza Con este propósito se reunía ayer en Gaza para unir sus fuerzas creando una dirección unificada, una «autoridad colegiada», que garantice entre otras cosas la paz entre palestinos, evitando que el caos y la tensión se expanda como la pólvora a la muerte del presidente, tal y como había sugerido el primer ministro, Abu Alá. «Hemos venido a dar muestras de unidad y demostrar que no somos tribus dispersas», aseguraba Mohamed al Hindi, alto responsable del Yihad Islámico. Las facciones armadas emitieron un comunicado conjunto en el que afirmaban querer garantizar «un diálogo nacional serio». Las autoridades militares israelíes demostraban seguir en la práctica la estratégica moderación ordenada a las tropas por el primer ministro, Ariel Sharon, a fin de evitar todo tipo de provocación o ataque hacia los palestinos, incluidos algunos de los representantes reunidos en Gaza, salidos expresamente de la clandestinidad para este encuentro, ya que sus nombres se encuentran en la lista de objetivos potenciales para ser asesinados por Israel. Una moderación que, sin embargo, se vio ayer enturbiada por la muerte de dos niños palestinos, de 10 y 8 años, en la franja de Gaza achacada por testigos presenciales al disparo de un tanque israelí, mientras el Ejército niega este extremo asegurando que no estuvo involucrado, ya que ayer no había ninguna unidad «operando» en la franja. A juicio de observadores conocedores de la problemática de Oriente Próximo, el compás de espera abierto en torno al anuncio oficial del óbito obedece al resultado de las gestiones emprendidas para celebrar las exequias. La decisión y el momento de desconectar las máquinas que mantienen en vida artificialmente al «rais» depende, al parecer, de la solución a aspectos como el traslado del cadáver y el lugar de la inhumación. «Haremos lo que esté en nuestras manos para mantener la unidad e impedir una guerra» SAMI ABU ZAHRI Portavoz del grupo radical Hamás

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