Blair cosecha un furibundo ataque a sus reformas «no sociales» en la UE

En la que será su última cum-bre europea, el canciller alemán saliente, Gerhard Schröder, lanzó ayer un furibundo ataque al que fuera una vez su socio en la llamada Tercera Vía, el primer ministro británico y presidente de turno de la Unión Europea, Tony Blair, por su plan de seis puntos para aplazar el debate de los presupuestos de la UE hasta 2013. Lo que tenía que haber sido una demostración de unidad frente a las crisis de los Veinticinco, se convirtió en una demostración más de las diferencias entre los socios a la hora de plantearse el futuro presupuestario de la UE. Schröder indicó que la política europea debería de crear las condiciones que permitieran a sus ciudadanos disfrutar de «libertad, prosperidad y justicia social». Y, en un ataque personal a Blair, señaló que «sólo alguien que puede ofrecer estas condiciones está legitimado para llevar a Europa hacia delante». «Los cambios cosméticos a las perspectivas financieras no nos harán avanzar», agregó. El canciller saliente también animó a los demás líderes europeos a promover una Europa social rechazando el modelo anglosajón. Sin embargo Blair indicó tras la cumbre que «existe un amplio consenso entre los líderes europeos sobre la dirección económica y social que debe de adoptar Europa». El objetivo de Blair con esta reunión informal de un día era forjar un amplio consenso en las reformas que la Unión debe de adoptar para hacer frente a la competencia global, incluyendo el mercado libre. Pero lo único que parece haber conseguido el premier es la formación de cinco grupos de trabajo de investigación y desarrollo, inmigración y seguridad, política de seguridad, hacer frente a las exigencias energéticas del futu-ro y en demografía. Por su parte el presidente francés, Jacques Chirac, advirtió a sus colegas que Francia torpedeará un acuerdo de mercado global si va demasiado lejos en el desmantelamiento de las barreras proteccionistas del sector agrícola, y que París utilizará su poder de veto si Bruselas va más allá de la reforma del presupuesto agrícola europeo establecido en 2003. Los 25 se compro-metieron ayer a combatir juntos el problema de la inmigración ilegal tras la propuesta presentada por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodriguez Zapatero, quien gozó de un protagonismo excepcional. Fue abrazado cordialmente por casi todos los líderes y «apadrinado» por el propio Chirac, quien le distinguió con multitud de gestos cariñosos. Zapatero pidió unificar la política migratoria, con medidas como el control conjunto de la frontera exterior de la UE. También pidió ayuda económica a los países de tránsito como Marruecos y la la organización de una conferencia Euroafricana sobre inmigración.