Hamás asegura que Israel pagará un «alto precio» por la muerte de dos activistas

La aviación israelí mató ayer a dos milicianos palestinos en el norte de la franja de Gaza cuarenta y ocho horas después de que las milicias reanudaran el alto el fuego a condición de que Israel cesara sus ataques en la franja. Hamás ya ha jurado venganza por la ofensiva israelí tras el atentado del mercado de Hadera del pasado 26 de octubre, en el que murieron cinco civiles israelíes. Un misil destrozó un vehículo que circulaba en la localidad de Yabaliya causando la muerte a Hasan al-Mahdun, un miembro de las Brigadas al-Aqsa, que son las milicias de Fatá, a quien el ejército acusó de un atentado suicida perpetrado el año pasado y que dejó diez muertos, y a Fawzi Abu al-Qara, un miliciano de Hamás. Según algunos testigos, el vehículo portaba una matrícula de la ANP. Las dos víctimas se suman a otras once, entre milicianos y civiles, que Israel ha matado desde hace una semana. Tanto Hamás como las Brigadas al-Aqsa dijeron que pronto vengarán estas muertes, dando por roto el acuerdo de alto el fuego que renovaron el sábado. El hecho de que Israel continúe operando en Gaza indica que Ariel Sharón no está interesado en ninguna tregua. El primer ministro insiste en que el presidente Mahmud Abbas (Abu Mazen) ordene el desmantelamiento de las milicias, una medida a la que éste se resiste. La circunstancia de que ninguna de las víctimas de ayer pertenezcan a la Yihad Islámica indica que Israel no distingue entre los milicianos que observan la tregua y los que no.