Diario de León

| Análisis | Cerco a los criminales de guerra | RADOVAN KARADZIC RATKO MLADIC

¿Quien manda en Serbia?

La UE amenaza a Belgrado con no negociar su preadhesión si no facilita la entrega de Mladic Karadzic, pero Bruselas duda de la fortaleza del Gobierno de

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Juan Oliver - corresponsal | bruselas
León

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Son los criminales de guerra más buscados del mundo. Estados Unidos ha ofrecido por ellos una recompensa de cinco millones de dólares y su escondrijo es una estrecha franja fronteriza de apenas 500 kilómetros de longitud. Así que si Ratko Mladic y Radovan Karadzic no aparecen es porque alguien muy poderoso les protege. Karadzic, ex-líder de los serbios de Bosnia, y Mladic, comandante en jefe del Ejército serbio entre 1992 y 1995, están acusados de ser los ideólogos y ejecutores del mayor genocidio de la guerra de los Balcanes: la matanza de 8.000 civiles en Sbrenica a manos de las tropas serbobosnias. Ambos se han convertido en el principal obstáculo para la nornalización de las relaciones entre Serbia y el resto del mundo, hasta el punto de que la Comisión Europea ha amenazado con romper las negociaciones que mantiene desde hace meses con el Gobierno de Belgrado para establecer un tratado de asociación preferencial, primer paso para integrar a la díscola república. Ultimátum Bruselas se niega a seguir adelante si Serbia no colabora con el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIAY) y entrega a los dos acusados, pero ni siquiera está segura de que su interlocutor, el Ejecutivo de Vojislav Kostunica, tenga la sartén por el mango. «Cuando negociamos con un país tenemos que estar seguros de que enfrente tenemos a un socio creíble, con plena capacidad para decidir. Y en este caso tenemos que estar seguros de que el Ejército serbio está sometido al poder civil», aseguran fuentes cercanas al comisario de Ampliación, Olli Rehn. Rehn ha amenazado con proponer a los Veinticinco que rompan las negociaciones con Serbia en el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores que se celebra este lunes en la capital belga. Así que Kostunika tiene muy pocas horas para ofrecer a los Veinticinco garantías de que controla a su Ejército y de que podrá entregar a los acusados. «Protegidos» No todo el mundo confía en que pueda hacerlo. La fiscal del TPIAY, la italiana Carla del Ponte, empeñada en capturarles antes de que se cumpla el décimoprimer aniversario de Sbrenica el próximo mes de julio, tiene claro que «Mladic está en Serbia protegido por el Ejército». Todo apunta a que se esconde en una zona montañosa en la región de Cer, entre Montenegro y Bosnia, probablemente no muy lejos del paradero de Karadzic. Hace unos días se especuló con la posibilidad de que estuviera negociando su rendición, pero nada ha sucedido hasta la fecha y cada día que pasa esa hipótesis pierde fuerza. Amenazas No es la primera vez que la UE utiliza las negociaciones de preadhesión para forzar la entrega de criminales de guerra. Lo hizo a finales del 2005, amenazando con no abrir conversaciones con Croacia si Zagreb no colaboraba en la entrega de Ante Gotovina, acusado de la matanza de centenares de serbios en Krajina. Hace dos mese, Gotovina fue detenido en Tenerife. En esta ocasión, sin embargo, parece distinto. Como Gotovina para los croatas, Mladic y Kradzic son verdaderos héroes para los serbios. Pero la diferencia es que éstos no olvidan la tibia postura de Europa con los bombardeos de la Otan sobre Belgrado en 1998 y la captura y puesta a disposición del TPIAY de Slobodan Milosevic. Si Mladic y Karadzic no se entregan voluntariamente, se entenderá como una nueva humillación. Serbia es la economía más fuerte de la antigua Yugoslavia, mantiene ritmos de crecimiento por encima de la media europea y probable-mente le espera un porvenir de progreso si lo encamina hacia la integración en la UE. Pero cualquier movimiento en falso puede dar al traste con su frágil estabilidad po-lítica. En apenas unas horas sabrá si mira al pasado o al futuro. Nacido en 1945 en Savnik, en Montenegro. Líder de los serbios de Bosnia. Está acusado de la matanza de 8.000 civiles en Sbrenica y de alentar la limpieza étnica en la ex Yugoslavia entre 1992 y 1995. Nacido en 1942 en Kalinovik, en Bosnia. Comandante en jefe del Ejército serbio de Bosnia. Está acusado de genocidio por la matanza de Sbrenica, de complicidad en genocidio y crímines de guerra.

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