La oposición anticipa una guerra sucia

El asesinato de la hermana de Gaviria parece dar la razón a las reclamaciones de la oposición que ha anticipado una «guerra sucia» de cara a las elecciones presidenciales de mayo. Gaviria ha sido un duro crítico de la gestión del presidente Alvaro Uribe, quien aspira a ser reelegido el 28 de mayo, a quien ha reclamado reiteradamente por la falta de garantías para ejercer la oposición y le ha pedido que rechace el respaldo de los grupos paramilitares de ultraderecha. El candidato presidencial del opositor partido Liberal, Horacio Serpa, dijo que el crimen es muestra del «grado de intolerancia que se esta apoderando de los colombianos» de cara a los comicios, en los que el presidente Uribe (derecha), aparece como favorito. Otro candidato, el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus, (independiente), advirtió que el crimen es una muestra del criterio de que «todo vale» está imponiéndose en la sociedad colombiana. Y es que el asesinato ocurre en la misma semana de la muerte del concejal Rafael Bustos, del Partido Liberal (opositor), y de la apraición del cadáver de un asesor de la campaña de Serpa, el historiador Jaime Gómez, que había desaparecido un mes antes, en circunstancias que su familia denunció como un crimen político.