El miedo a una nueva guerra civil reanima el diálogo libanés

La violencia asesina, los francotiradores escondidos en los tejados y los combates entre suníes y chiíes han despertado los demonios de la guerra civil en el Líbano, pero podrían también obligar a la clase política a retornar al diálogo para evitar lo peor. Mientras las escenas de disturbios aumentaban el jueves en los barrios musulmanes de Beirut, los principales dirigentes, suníes de la mayoría antisiria y chiíes llamaron a sus partidarios a retirarse de las calles. «Es el momento de volver al diálogo, el momento ideal para los jefes de la oposición en particular, de decir a sus bases que se retiren para iniciar un diálogo>, subraya Sami Salhab, profesor de derecho internacional. En este sentido, aumentan los contactos políticos en busca de una solución de una crisis que no cesa de agravarse desde la renuncia, de los cinco ministros de la comunidad chií, lo que provocó la escalada de la violencia confesional.