Diario de León

Los rebeldes islámicos han asesinado a 5.000 personas, la mayoría insurgentes, en lo que va de año

Al menos 12 turistas heridos tras explotar una bomba casera en las Maldivas Un atentado en Kabul contra un autobús se cobra la vida de 31 soldados afganos

Un suicida talibán hizo estallar su carga al paso del convoy que se dirigía al Ministerio de Defensa

Los soldados afganos acudieron al lugar de los hechos a investigar lo sucedido

Los soldados afganos acudieron al lugar de los hechos a investigar lo sucedido

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efe | londres - colpisa | kabul

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Al menos doce turistas, dos de ellos británicos, resultaron heridos ayer en la explosión de una bomba en Malé, la capital de las islas Maldivas. Los turistas, entre los que puede haber también diez ciudadanos chinos y dos japoneses, sufrieron quemaduras como consecuencia de la explosión, según declaró un portavoz del Gobierno de las Maldivas, Mohammad Shareef, a la cadena pública británica. La detonación, producida por un artefacto de fabricación casera, se registró cerca de un parque y en los alrededores de la principal mezquita de la capital del país, un destino turístico muy popular situado al sureste de la India y habitado por más de 300.000 personas de mayoría musulmana suní. «Las Maldivas nunca han tenido nada similar antes. Estamos tratando esto muy seriamente porque el turismo es nuestra fuente de vida», dijo Shareef. Cientos de miles de turistas, de ellos una importante parte británicos, visitan cada año las Maldivas, archipiélago compuesto por cerca de 1.200 islas y cuya principal fuente de ingresos es el turismo. Al menos 31 personas, en su mayoría militares, murieron ayer en Kabul en un atentado suicida contra un autobús que transportaba a soldados afganos. Este atentado es uno de los más sangrientos perpetrados por los talibanes, que lo reivindicaron inmediatamente. También hay 20 heridos, 17 de ellos de gravedad. Al amanecer, un hombre vestido con el uniforme del ejército se acercó al vehículo que llevaba a los soldados al Ministerio de Defensa e hizo estallar su carga explosiva. El autobús quedó completamente destrozado. La televisión local mostró a los socorristas extrayendo cadáveres de hombres uniformados de los restos del autobús y otras víctimas todavía atrapadas en el amasijo de hierros. Se trata de uno de los atentados más sangrientos cometidos en la capital afgana junto al que el 17 de junio costó la vida a por lo menos 24 jóvenes reclutas de la policía, también en un autobús. Un portavoz de los talibanes, Zabihula Mujahed, reivindicó el ataque y dijo que se trataba de una de las «operaciones» que habían prometido durante el Ramadán, el mes sagrado del islam. Por su parte, el presidente Hamid Karzai llamó a responder con una «acción fuerte». «(El último ataque) nos muestra que la guerra contra el terrorismo debe continuar con más vigor. De Argelia a Indonesia, de Estados Unidos a Japón, debemos seguir unidos y determinados en la guerra contra el terrorismo», declaró en conferencia de prensa. Los islamistas, que fueron desalojados del poder por una coalición internacional dirigida por Estados Unidos a finales de 2001, intentan doblegar al gobierno de Karzai, que cuenta con el apoyo de unos 50.000 soldados extranjeros. La rebelión talibán ha dejado miles de muertos, 5.000 en lo que va del año, la mayoría en las filas de los propios insurgentes. En las filas de las tropas internacionales, en 2007 se cuentan ya 175 muertos. Misión española Sólo en lo que va de año se registraron más de 100 atentados suicidas en Afganistán, según un estudio reciente de la ONU. Sin embargo, El Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, manifestó ayer que la misión de pacificación de Afganistán debe seguir su curso a pesar de atentados suicidas como el que ha provocado alrededor de treinta muertos en Kabul. «Debemos permanecer firmes, porque es un teatro de operaciones que no podemos abandonar» dijo Solana a los periodistas en un receso del Consejo informal de Ministros de Defensa de la UE.

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