Villasabariego promociona el arte de sus iglesias en el calendario del 2010

Villasabariego, tierra de antiguos monasterios, cuevas eremíticas y acantilados naturales junto al Esla y el Porma, ha decidido promocionar el arte de sus iglesias a través de un calendario que repasa en imágenes los templos de las once localidades y sus campanarios.

La mayoría han heredado piezas de gran valor del desaparecido cenobio de San Pedro de Eslonza, como el lavatorio de piedra policromada que custodia Villafañe, una iglesia de piedra de mampostería, ladrillo y adobe de arquitectura típica del siglo XVI. También la ermita de Palazuelo de Eslonza muestra valiosas joyas, procedentes del antiguo monasterio, entre las que destacan un cuadro en lienzo, con el tema de El Crucificado (buena copia del Cristo de Velázquez), un retablo dorado, estofado y policromado, junto con el altar y los dos laterales. En la hornacina central figura la imagen de Santa María, en el misterio de la Concepción. Una efigie que el pueblo conoce con el sobrenombre de la Morena y cuyo retablo procede también de Eslonza. En el caso de Villimer, la iglesia es de nueva construcción en estilo neomudéjar, pero aprovechó la torre procedente del cenobio.

Como curiosidad, la inquina contra los jesuitas tiene su reflejo en el templo de Villasabariego, en cuya cúpula no figura pintado San Ignacio de Loyola entre los ocho santos fundadores de órdenes religiosas. En el calendario también se descubre la remodelación de Villiger, que presentaba un antiestético pórtico con uralita que se ha sustituido por teja. Su pila bautismal de forma cuadrilobulada está cargada de simbolismo, simula las ondas del agua junto a un pelícano y una concha. Otra particularidad es la iglesia de Vega de los Árboles, del siglo XV, que exhíbe en su exterior un esgrafiado de motivos geométricos y una puerta de entrada de estilo Isabelino, y se confeccionó con una sola nave y dos cúpulas a los pies y la cabecera.