Los españoles recuerdan las curiosidades de sus compañeros alemanes

«¿Lo que más me ha llamado la atención? Allí es impensable tutear al profesor. Cuando el profesor entra en clase todos sus alumnos se levantan, pero por ello no s» contesta rotundamente Cristina Liz, una de las alumnas del IES Juan del Enzina que ha podido disfrutar del intercambio cultural con otro alumno alemán. Destaca sorprendida que en las clases de los colegios de Alemania los alumnos pueden comer y beber en clase. «Los profesores sólo quieren que nadie les interrumpa la clase», añade. Y finaliza diciendo que «es increíble como cuidan y respetan todo lo público, tanto las intalaciones como el material. Ellos no tienen que comprar los libros de texto. Se los dan el colegio, cada alumno se responsabiliza de su material, y lo cuida para que el próximo año otro alumno pueda utilizarlo».

En Alemania las clases son mucho más participativas. Camino Algorri, profesora del instituto leonés, destaca la interactividad que se vive en las clases. «Desde pequeños se les hace pensar, no vale con dar una clase magistral y que el alumno escuche. Hay que hacerles pensar y eso es lo que hacen en Alemania. El profesor lleva la batuta y los alumnos tocan los instrumentos» afirma Camino.

La impresión que los alumnos se han llevado de la gente con la que convivió durante una semana es tan positiva que sólo tienen buenas palabras. «Es gente muy abierta, siempre tienen una sonrisa para ti. Son muy acogedores. Y sobre todo , es un país que quiere mucho a España».