Habrá que esperar tres años para conocer los resultados

La investigación que realizará el Centro de Supercomputación con los datos de Bodegas Emilio Moro facilitados por el Instituto de la Viña y el Vino es posible gracias a un convenio de colaboración que firmaron las tres partes y que tiene una vigencia de dos años, ampliables tanto como sea necesario. Entre las tres partes la aportación económica supera los 50.000 euros. Una vez conseguido el modelo de comportamiento que determine Caléndula, los investigadores tratarán de verificarlo en el campo, una labor que se prolongará uno o dos años más. En la labor trabajarán técnicos de la bodega, que proveerán de la información, y un ingeniero agrónomo que desarrollará el modelo matemático. Esta bodega ha colaborado con el Instituto de la Viña y el Vino en relación al desarrollo de actuaciones como la correlación del estado nutricional a nivel de suelo-planta-fruto, desarrollo de un programa de gestión sostenible sobre la fertilidad del viñedo, estudio y corrección de los desórdenes nutricionales del viñedo, evaluación y control del estado sanitario de plantas que presentan sintomatología de hongos causantes del decaimiento de la vid o la identificación de parámetros para la obtención de vinos de alta calidad.

Caléndula cumple un año. El superordenador cumple hoy un año de funcionamiento y colabora ya con 25 empresas, organismos públicos y privados. Además, el Centro de Supercomputación ha organizado veinte jornadas y cursos, y colabora con empresas punteras en I+D+i. El presidente de la Fundación, Antonio Silván, anunció que el «maridaje» entre Caléndula y la labor científica de la Universidad de León se pondrá de manifiesto con la constitución del consejo asesor, integrado por todos los campus públicos de la comunidad y presidido por el rector de la ULE.