La ley antitabaco aumenta eluso de las sillas y mesas en la calle

Las terrazas de los establecimientos hosteleros se han convertido en un coto de esparcimiento para los fumadores, quienes aprovechan el aire libre para zafarse de las restricciones impuestas desde enero por la ley antitabaco. La medida que sacó a la puertas de bares y restaurantes a los grupos de adictos al tabaco para disfrutar del vicio asociado a tomar un café, alternar o comer.

Entonces, la adaptación de los hosteleros para no perder clientela pasó por colocar a la puerta de sus establecimientos todo tipo de inventos en los que cupiera un cenicero. La mayoría optó por colocar una mesa alta o baja en la que se acodaban los fumadores entre trago y trago a la consumición. El problema surgió cuando el Ayuntamiento intentó que los que no pagaban por la utilización durante para todo el año, sino sólo para la temporada, pagaran por la ocupación de la vía pública 50 euros por cada mesa alta. Un conflicto que, después de las críticas recibidas y tras reunirse con los representantes de las asociaciones hosteleras, terminó con la promulgación de un bando por parte del alcalde, entonces Francisco Fernández, que autorizaba estos usos excepcionales cuando se dedicaran para la colocación de los ceniceros.

Entrada la temporada, en los establecimientos que optan por esta modalidad de pago, que son la mayoría, la excepción se ha convertido en norma. Más facilidad para los hosteleros, quienes pese a todo se quejan de unas pérdidas del 40% esta temporada por la bajada de turistas y el mal tiempo.