La campaña de riego concluye con más reservas de agua de las que se esperaban

Mañana concluye una «muy buena» campaña de riego en Castilla y León, en la que los cultivos «han salido adelante sin problemas» y que aún guarda unas reservas de agua «óptimas» para el invierno, puesto que los embalses de la Comunidad están «por encima del mínimo que se les exige a 30 de septiembre». Así lo ha explicado hoy a Efe el presidente de la Federación de Regantes del Duero, Ángel González, quien ha adelantado que, aunque la campaña ya ha finalizado oficialmente, aún se le dará «un último riego» a la remolacha en torno al 10 de octubre. La actual campaña ha sido «un poco más dura» que otros años, puesto que los cultivos tenían una diferencia muy grande de crecimiento debido a los problemas que ocasionó la climatología de la primavera en la siembra. «Cuando comenzó la campaña teníamos unos cultivos de maíz de medio metro de altura, mientras que otros aún no habían terminado de nacer y eso ha originado muchas pérdidas de agua porque no se ha podido hacer un riego uniforme a todas las parcelas», ha detallado. Esto «ha dado más trabajo», pero no ha impedido que al final se haya conseguido una buena campaña, especialmente gracias a que «el final de septiembre ha sido fabuloso y sin ninguna helada», lo que ha motivado que «el maíz haya cerrado complemente el ciclo» ha incidido. González ha recordado que se han cumplido las espectativas de éxito de la campaña que se preveían al comienzo de la misma, apoyadas principalmente en la cantidad de agua que almacenaban los embalses en abril, que superaba el noventa por ciento en la mayor parte de los pantanos de la cuenca del Duero. La Federación de Regantes del Duero engloba más de 170.000 hectáreas de regadío de toda la cuenca y cuenta con unas 110 comunidades de regantes de toda Castilla y León, excepto en Ávila y en Segovia, y en un porcentaje muy elevado en León, provincia donde más regadío tiene esta cuenca.