La interoperatividad de los cuatro ejes costará 3.770 millones de euros
El Ministerio de Fomento prevé invertir 3.770 millones en garantizar la interoperabilidad de cuatro ejes ferroviarios del corredor Atlántico que atraviesan Castilla y León. Así, se implantará el ancho internacional y se instalará el tercer carril en las líneas Valladolid-Ávila-Madrid, León-Orense-Vigo, Medina del Campo-frontera portuguesa y Burgos-Bilbao-frontera francesa. Además, las líneas con ancho polivalente o con capacidad para tres hilos se modificarán para homogeneizar las características técnicas españolas y europeas.
De esta forma, estos corredores tendrán una atención «preferente» para mercancías aunque podrán, según los casos, ser utilizadas para el tráfico de viajeros, según explicó ayer el secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Víctor Morlán, durante la presentación en Valladolid del corredor Atlántico, que incorpora en Castilla y León a los cuatro aeropuertos y tres centros logísticos, pese a que pasa por las ciudades de Burgos, Palencia, Valladolid y Salamanca. Además, descartó la recuperación del eje de la Ruta de la Plata.
El corredor conecta las ciudades de Irún, San Sebastián, Vitoria, Burgos, Palencia, Valladolid y Salamanca. León estará enlazado con Oviedo y Gijón en red básica, y con Avilés en red global.
Respecto a la conexión con Galicia, en mercancías desde León, pasando por Ponferrada, Monforte de Lemos, Ourense, Vigo, Pontevedra, Santiago y La Coruña en la red básica. La conexión de viajeros con Galicia se contempla en la red básica a través de la Línea de Alta Velocidad Olmedo-Zamora-Orense-Santiago-La Coruña, y en global con la línea hacia Pontevedra y Vigo, así como las conexiones Orense-Lugo y La Coruña-Ferrol. Con Madrid, el tráfico en red básica para viajeros será por Segovia, y de mercancías por Ávila.
En cuanto al trazado viario, el corredor tiene dos ramales diferenciados, uno por la costa y otro por el interior. El trazado por la costa discurre a lo largo del Cantábrico desde Irún hasta La Coruña, Santiago, Vigo y la frontera portuguesa, conectando el País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. El trazado del interior facilita la conexión con Portugal, mejorando también la intermodalidad de ciudades como Burgos, Valladolid, Salamanca o Madrid.