Alguna buena gente

Tomás Fernández, socio de Cruz Roja desde hace 20 años, celebró ayer su santo con una sorpresa inesperada. La misma que José Martínez en Ponferrada, tras treinta años de colaboración. Cruz Roja los eligió entre los 14.161 socios y 2.183 voluntarios de la oenegé en la provincia para homenajear a todas las personas que colaboran para sacar adelante los proyectos. La crisis ha duplicado las peticiones de ayuda y Cruz Roja necesita socios y aportaciones que permitan cubrir las necesidades, sobre todo las que tienen que ver con las ayudas mecanizadas como los soportes de teleasistencia, sillas de ruedas y camas articuladas. Por 30 euros al año, Cruz Roja puede iniciar programas de ayuda a los que más lo necesitan. «Con la crisis aumentan las necesidades, pero también tenemos socios que rebajan las cuotas», asegura el presidente de la comarcal de San Andrés, Tomás Martín. Cuarenta personas se distribuyen por León para la captación de socios en la calle y desde las oficinas locales se organiza el operativo telefónico de captación en la mitad norte del país.

Cruz Roja homenajea a los que tiran de carro. Tomás Fernández, de 60 años, es uno de ellos. Llegó a E.Lecler con esposa, colaboradora en la sorpresa, y su hijo. Al pasar por caja recibió el aplauso, una placa y el reconocimiento de una treintena de miembros de Cruz Roja. «Pensé que los carteles que había por todo el centro comercial eran para recordar que hoy es santo Tomás» y aconsejó a los leoneses que se involucren en la ayuda de los demás, «a los que más lo necesitan». La dirección de Lecler colgó 60 carteles por todos los pasillos con la frase: «Gracias Tomás de todo corazón». El servicio de pastelería preparó una tarta para 300 comensales