Diario de León

el 2050, a día de hoy | la otra cara de la longevidad

León no encaja en los planes del FMI

La provincia ha alcanzado ya el grado de envejecimiento y número de pensionistas sobre trabajadores respecto al que el organismo internacional alerta de cara a mantener el sistema a partir del 2050.

El envejecimiento de la población leonesa se ha acusado, y la esperanza de vida sigue aumentando.

El envejecimiento de la población leonesa se ha acusado, y la esperanza de vida sigue aumentando.

León

Creado:

Actualizado:

En el 2050 «los ancianos serán casi tantos como los trabajadores». Lo que ha convertido a la longevidad en «un problema mayor de lo previsto». Y es que los gobiernos han hecho sus cálculos sobre bases erróneas: los ciudadanos del mundo viven un promedio de tres años más de lo previsto. Lo que pone en el punto de mira de los gobiernos y las instituciones internacionales, empeñados en ajustar las cuentas hasta transformarlas en equilibradas y sostenibles, al último reducto del Estado del Bienestar: las pensiones. Por eso, se proponen una serie de medidas para «gestionar el riesgo de que la gente viva más».

Son las principales conclusiones del Informe sobre la Estabilidad Financiera Global, que acaba de hacer público el Fondo Monetario Internacional (FMI). Un estudio en el que advierte de que los estados no podrán mantener a la población anciana en los niveles actuales si no se toman medidas.Y dibuja un escenario para el año 2050 que en el caso de León es una realidad a día de hoy. La provincia ya lo sabe (aunque para solucionarlo está el sistema de solidaridad interterritorial). Aquí ya hay casi tantos pensionistas como trabajadores, la esperanza de vida ha crecido muy por encima de las previsiones, y los datos económicos evidencian que el sistema actual sería inviable sólo con los recursos propios. El futuro del FMI es ya el presente de León.

Pensionistas y trabajadores

El último dato del Instituto Nacional de Estadística sitúa a la población de la provincia en 497.799 personas. De ellas, 141.994 son pensionistas (más del 60% de ellos jubilados), según las cifras a mes de marzo del Instituto Nacional de la Seguridad Social.

En sólo dos décadas el número de personas que perciben una pensión en la provincia se ha incrementado en 51.943, ya que en 1982 había en León 90.051 pensionistas. La cifra de los 100.000 se superó en 1984, y la de los 140.000 en el 2000.

Por otro lado, el número de trabajadores afiliados a los distintos regímenes de la Seguridad Social también ha crecido en estos últimos años, aunque no en la misma proporción que lo han hecho los pensionistas. Y durante la crisis los cotizantes han disminuido, mientras los mayores se mantienen. A día de hoy hay 159.170 trabajadores afiliados, según los datos del Gobierno.

Afiliados más pensionistas suman 301.164 personas, lo que implica que la provincia sostiene también a una población de 196.635 personas que ni cotizan ni están jubiladas. Una parte de ellas sí perciben ingresos, pero a cuenta de las arcas públicas: prestaciones por desempleo, rentas de inserción,...

Uno de cada tres

Lo cierto es que a día de hoy en la provincia trabaja uno de cada tres ciudadanos, y que el número de pensionistas se acerca cada vez más a la cifra de trabajadores en activo; la situación sobre la que alertan los expertos del FMI.

El fondo advierte de que la «desviación» en la longevidad de las personas sobre los cálculos que habían hecho los gobiernos supone un incremento del 50% en el coste del envejecimiento. Y eso que sólo tiene en cuenta el gasto en pensiones, no los costes en salud, que también crecen enormemente en este colectivo más envejecido. A mayores, las tasas de dependencia pasarán del 13 al 33% en menos de 40 años.

Para gestionar este problema, que no sólo afecta a los gobiernos, sino también a las empresas privadas que ofrecen planes de jubilación y a las compañías de seguros, el FMI plantea entre otras medidas retrasar la edad de jubilación, y establecer mecanismos que adecúen a la evolución de la longevidad la edad de abandono de la vida laboral, sin que los gobiernos tengan que enfrentarse periódicamente a este problema y su coste político.

El organismo económico también propone subir los impuestos para financiar planes de pensiones, y ayudar al sector privado «educando» a los ciudadanos sobre cómo prepararse mejor para su jubilación, así como fomentando productos financieros que «protejan a la gente del riesgo de vivir más que sus ahorros».

tracking