Diario de León

Mari declara que todos los implicados en la estafa de la Caja sabían que era «ilícito»

«Un superior me dijo que no hacíamos daño a la Caja y nos podíamos lucrar».

María C. Suárez, saliendo del juzgado.

María C. Suárez, saliendo del juzgado.

León

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María C. Suárez, la principal imputada por la presunta creación de una pirámide ficticia de inversiones en Caja España-Duero, no abonó ayer la fianza de 1,5 millones de euros que le había impuesto el juez en concepto de responsabilidad civil.

El juzgado de Instrucción número 1 de los de León decretará el embargo de sus bienes, por cuanto esta parte del sumario se tramita a través de una pieza separada de responsabilidad civil, a la espera de que la investigación avance.

De acuerdo al sumario, al que ha tenido acceso este periódico, la sospechosa reconoció ante el juez que todas las personas a las que implica en la red estaban al tanto de que las operaciones eran ilegales, pero mantiene que ella es simplemente una correa de transmisión y que superiores suyos estaban al tanto. «Un superior nos había dicho que con estas actuaciones no hacíamos daño a la Caja y nos podíamos lucrar».

Del sumario del caso, que se divide en tres tomos y acumula ya más de 600 folios a estas alturas de la instrucción, se deduce que la clientela se centraba fundamentalmente en familiares y amigos de Cimanes del Tejar, población natal de María C. Suárez.

A través de las declaraciones que se han realizado ante el juez, se da cuenta de cómo la principal implicada entregaba y recibía cantidades de hasta 285.000 euros en sucursales de Caja España-Duero, en cafeterías, en un coche y hasta en alguna oportunidad en bolsas de plástico.

Lo destapó una auditoría

De acuerdo a la declaración de imputada de Mari, la trama se paralizó ante la decisión del Banco de España de realizar una auditoría en 2011 para conocer el estado de la entidad financiera antes de la fusión con Caja Duero.

Cuando sus superiores, J.A.F, un director financiero, M.A.G, un director de Tesorería y J.S. también del mismo departamento, le explicaron que no se podía seguir pagando los altísimo intereses que se prometían a los clientes, tuvo que recurrir a la solicitud de créditos personales para poder pagar a sus clientes. Por este concepto llegó a pedir a la caja casi 190.000 euros avalándolo con su patrimonio.

Un banco dentro de otro

«Se puede decir que creamos un banco dentro de un banco. Algunas cantidades venían de dinero negro». Y la declaración de la principal imputada contiene también un apartado en el que niega haber enviado un mensaje reconociendo que había sido descubierta.

Desde el pasado día 30 de enero, la imputada carece de su pasaporte y tiene orden de no abandonar el territorio nacional.

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