Diario de León

Los botellones de las fiestas le cuestan al Ayuntamiento más de 4.000 euros

El consistorio gasta 800 euros extra para la retirada de la basura en el Bernesga.

Botellas, plásticos, latas y bolsas sembraron todo el paseo del Bernesga.

Botellas, plásticos, latas y bolsas sembraron todo el paseo del Bernesga.

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a. caballero | león
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Más de un kilómetro de río y dos orillas llenas, además de la parte posterior de los paseos de Papalaguinda y Condesa Sagasta. Desde la caída del sol hasta el amanecer. Cientos de jóvenes repartidos sin concierto, en grupos grandes y pequeñas pandillas. La marabunta que ayer volvió a dejar tirados por el suelo 10.000 metros cúbicos de desperdicios para celebrar la llegada de San Pedro. Un recado que necesitó que el Ayuntamiento de León volviera a necesitar un operativo extra para recoger la basura. Cinco personas a mayores de las cinco del retén ordinario, que suponen para las arcas municipales un sobre coste de 800 euros. Un dinero que, sumado al de la noche de San Juan, que ocupó al doble de personal en horas extraordinarias, suma 2.400 euros. Queda todavía hoy, con la resaca del viernes, y mañana para cerrar la cuenta de las fiestas, que superará los 4.000 euros, calcula el concejal de Limpieza, Julio Cayón.

El saldo de desperdicios recogidos en las riberas del Bernesga y aledaños ocupó 3 camiones de basura, uno menos que los que se sacaron en la noche de San Juan. Siete horas de trabajo en total, de 07.30 a 14.30 horas, sin parar, para devolver una imagen de normalidad a la zona. Diez personas que de manera manual amontonaron primero los desechos del botellón por partes para, con posterioridad, retirarlos con palas mecánicas antes de darles curso en los vehículos camino del centro de tratamiento de residuos de San Román de la Vega.

La actuación de los operarios del servicio de limpieza acabó con en siete horas con la imagen de «un estercolero» con la que amaneció todo el entorno del río, reseña Cayón. Montañas y montañas de latas, botellas de vidrio de todas las bebidas posibles hechas pedazos, bolsas de los supermercados enredadas entre la maleza de las orillas, recipientes de plástico, algunos de ellos con líquido todavía, y cartones de vino esparcidos sin concierto alguno, bien en los bancos, en los paseos, en las zonas verdes y en los juegos infantiles de madera.

Una imagen similar a la que se espera esta misma mañana en el entorno del río, donde el lunes el operativo de limpieza hará «un repaso más» para acabar con los restos que queden y los cristales que, metidos entre la hierba, puedan provocar un accidente. El territorio tomado por los botellones que, en menor medida, también se dejaron notar en otras zonas como la plaza del Grano o los parques de Eras de Renueva y La Palomera.

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