«Con Blanco, el tren de alta velocidad habría llegado a final de año a León»

—Dos meses de secretario ya puso al PSOE a caminar por donde usted quería?

—En este tiempo se ha demostrado que está el trabajo encauzado y que el partido responde con una actividad notable y con trabajo unido. Sin ir más lejos, en la última ejecutiva provincial celebrada en San Emiliano se secundaron acuerdos con una unanimidad casi absoluta.

—¿Usted cree que ha existido un momento mejor para ser oposición tal como está la calle y la acera llena de pancartas?

—No se trata de hacer oposición o no. Estamos en un momento muy crítico especialmente para nuestra provincia y la responsabilidad que el PP no pone y la reivindicación la tenemos que hacer nosotros.

—Quiere decir que el PP está sometido al dictamen del Gobierno y el PSOE no pasaría por ese marco?

—Exactamente eso.

—Diga, ¿qué reivindica para León con urgencia?

—Primero, salvar la minería; después, acabar con la parálisis de la ley de dependencia que ataca al empleo y a la atención en la provincia; la educación, que se va a quedar sin apoyo público; el compromiso con el mundo rural que le niega Silván a León y una política industrial que no tenga dos raseros, uno para las galletas de Ávila y otro para Cristalglas en el Bierzo.

—Ya hemos llegado al frentismo de León ante la Junta que es tan viejo como la propia autonomía. ¿Usted cree que los intereses de León están bien defendidos en este ámbito territorial?

—Yo creo que los intereses de León estarían bien defendidos por la Junta gobernada por el PSOE, no por el PP. A León la Junta y el PP no lo defienden.

—¿Qué quitamos para ahorrar entre tanta administración con competencias solapadas?

—De momento, el cargo político que más cobra en toda la autonomía que es la presidenta de la Diputación. Nadie cobra tanto como ella.

—Ese discurso de acabar con las diputaciones del PSOE y de López concretamente, no contó con mucho entusiasmo en las urnas.

—El PP quiere llevar a cabo una reforma administrativa y hay que analizarlo. No queremos bajo ningún concepto que se aporten más competencias a las diputaciones. Eso no lo vamos a apoyar.

—¿No quieren diputaciones porque ven dosis caciquiles pero sí juntas vecinales?

—Sí. Estamos a favor de las juntas vecinales porque son parte de nuestra democracia. En León están un tercio de las que hay en España; su desaparición sería un golpe al patrimonio de nuestros pueblos. El PP quiere quedarse con ese patrimonio que es de los vecinos y entregárselo a los ayuntamientos. No estamos de acuerdo con esa política territorial; queremos más competencias municipales, las juntas vecinales y nada de más competencias para las diputaciones.

—A usted mismo le acusan sus detractores de ser un apéndice de López y de la federal.

—Bueno mire, el PSOE de León, con Tino Rodríguez y sin él, no tiene más orden que defender los intereses de León. Eso siempre por delante. A partir de ahí no voy a negar mi amistad con el secretario de organización del PSOE y mi buena relación, pero a él y a cualquiera lo superan el interés de la provincia leonesa. Vamos, que no dudaré en anteponer León a cualquier otro interés ante López y ante quien sea.

—Llegaron a decir que usted no era un mirlo Blanco, que sería el mirlo de Blanco. ¿Es por el cainismo que apadrina a los leoneses?

—Yo no llegué ayer al socialismo; soy afiliado del PSOE desde el 2002, en la agrupación de San Emiliano. No tengo ningún otro interés en esto que los intereses de León. Me propusieron que me presentara a secretario provincial, lo maduré, lo aceptó un 14 de abril. Luego, en las visitas a las distintas agrupaciones , el 13 de mayo tenía la certeza de que iba a ganar. El resto no merece ningún tipo de análisis.

—¿Qué fue de aquella división en el socialismo leonés que precedió a su llegada? Está latente para volver, la liquidó Tino Rodríguez?

—Hay una amplia mayoría del socialismo leonés representado en la ejecutiva, hay una elección al secretario provincial con un respaldo de votos que doblan a los de la candidatura contrincante. Mire que en alguna provincia se decidió el secretario del PSOE por cinco votos de diferencia. Ahora somos todos socialistas y creo que está el partido instalado en el futuro, no en el pasado.

—Si tiene asentado el presente, háblenos del futuro. ¿Hacia donde va la carrera de Tino Rodríguez?

—Yo no me planteo más que estar donde estoy. La gente quiere profesionales en la política y no políticos que hagan de esto su profesión. Hay una diferencia entre mi caso y el de la presidenta del PP de León que aglutina catorce cargos con sus sueldos. Yo no tengo más apego que mi voluntad de liderar el PSOE y un proyecto para León. El interés de León.

—Llegará el 2015. ¿Entonces se convertirá en el diputado Rodríguez, cerca de López y de Blanco en Madrid?

—No me planteo nada de eso. Hay una comisión de listas, ya se decidirá quienes son candidatos a cualquiera de las representaciones institucionales.

—Ya ve que ha salido otra vez Blanco a relucir. ¿Debería cantarle usted aquello de sin tí no soy nada?

—Pepe Blanco fue mi jefe y acabó siendo mi amigo. Fui su asesor en Fomento y junto a él crecí como político. Es verdad que mi carrera política, mi decisión de ser político se alimentó en el 2009 cuando pasé a formar parte del gabinete del ministro de Fomento. Con él aprendí mucho, me enseñó con su ejemplo cómo debe trabajar fuerte un político y tener determinación para adoptar decisiones, por muy difíciles que sea. Estuve a su lado en momentos complicados, como el aquella huelga de pilotos …

—¿Decisiones complicadas como el retraso de varias estructuras en la provincia, el AVE, por ejemplo?

—Eso no es verdad. El Boletín Oficial del Estado de diciembre dejó adjudicado el ramal de Feve al hospital: y en mayo el PP echó abajo esas obras. Le digo a esos ingenieros de camino de fin de semana del PP que el plan del gobierno socialista era traer el AVE a León a finales del 2012, la primera capital del noroeste español con tren de alta velocidad, pero que como el PP no siguió el plan de inversión público privada para la línea se retrasará hasta 2015 mientras el AVE a Galicia avanza; que mire el PP quien tenía obra en el 2011 en la traza del AVE a León y donde están ahora esas obras. Si Carrasco fue a ver a Zapatero para pedirle que acelerara las obras de la A-60 y el tren cómo no va ahora a pedirle a Rajoy que las recupere. Y Silván mete en el cajón los proyectos de carreteras. Eso es lo que hay. Eso no lo paró Blanco. Con Blanco el tren llegaba a León a finales de este año.

—Le tomarán en cuenta sus compañeros socialistas para Fomento cuando recuperen el Gobierno …

—Trabajé en Fomento por mi formación; y volveré a trabajar en la empresa privada en este ámbito de mi profesión como ingeniero. Yo le estoy muy agradecido al Partido Socialista por la oportunidad que me dio para trabajar y aprender en la política y en la gestión, y por el desarrollo profesional que me permitió.

—¿Para ese entonces ya habrá León Valladolid. ¿Usted cree que el ciudadano entiende que los políticos lleven 25 años hablando de la A-60 y no se haya hecho?

-Dijo Cascos que una autovía u otra obra tardaba 12 años en comenzar a ejecutarse desde que se plantea. La diferencia es que Zapatero puso las máquinas y abrió trámites de licitación y estudios ambientales en diferentes tramos y el PP las ha quitado. El Gobierno de Zapatero inició estructuras que llevaban muchos años esperando.