El Ayuntamiento estudia dónde se colocarán más semáforos espía

El plan de ajuste municipal fija en una de sus medidas la previsión de recaudar un millón de euros más en multas a partir del próximo año, lo que eleva la cifra de referencia que se debe alcanzar en cerca de 2,6 millones de euros para el ejercicio 2013. Una meta para la que el equipo de gobierno del PP prevé intensificar los controles de radar y colocar nuevos dispositivos de foto rojo en diferentes puntos de la ciudad. Nuevos semáforos espía que, como reseña el concejal de Policía y Tráfico, Ricardo Gavilanes, «todavía no se ha decidido dónde se instalarán», ya que todavía se encuentran en la fase de estudio de aquellas zonas de la capital leonesa en la que se registran más incidentes por saltarse el disco en rojo o por velocidad.

En la planificación de estas estrategias de control del tráfico, el Ayuntamiento también sopesa si al final serán dos o tan sólo uno los semáforos espía, cuyo coste por aparato ronda los 30.000 euros; a no ser que también vengan complementados con unidades para el control de la velocidad, lo que hace que la factura se eleve de media hasta los 50.000 euros.

Mientras se diseña la estrategia de ubicación de los semáforos de foto rojo, la Policía Local continúa con el funcionamiento del radar móvil prestado por la DGT. Un Peugeot verde oscuro que se coloca con asiduidad casi diaria en diferentes zonas de la ciudad. Espacio concretos en los que se detectan excesos de velocidad o puntos destacados con elevada circulación y posibilidades de recaudación, como Papalaguinda, donde el límite de velocidad es 30 por hora, o el entorno de Michaisa, tanto en la entrada como en la salida de León.