León se tambalea sobre nueve pilares
Crece la incertidumbre sobre los proyectos que sustentaban el desarrollo y el futuro de la ciudad. A retrasos en infraestructuras y dotación se une la amenaza al empleo en los polígonos tecnológicos.
De los cuarenta millones que sustentaban la reforma vanguardista del Parador de San Marcos al expediente regulador para veinte de sus empleados media una distancia similar al proyecto de integración de Feve en León con el mutilado ramal de vía estrecha a los hospitales. El denominador común de los proyectos congelados se expande sobre los postes sobre los iba a proyectarse el desarrollo de la ciudad, nueve postes, que sufren distinto grado de inclinación.
Sorprende la incertidumbre que rodea al Centro de control de Tráfico del Noroeste, llamado a centralizar los tráficos de la alta velocidad ferroviaria desde el centro que se construye en la calle Gómez Salazar; el retraso en la entrega del edificio acumula un trimestre y los cursos para formar a los empleados no se han convocado; ni se ha iniciado el periodo de prácticas con el nuevo sistema de control que se debía de aplicar en el centro de control. Los políticos no han garantizado que León vaya a ser sede de este servicio, que ya levantó recelos en los grupos de poder y presión de Valladolid, cuando fue adjudicado a la capital leonesa por el gobierno de Zapatero.
Ciudad de congresos
León ciudad de Congresos es uno de los anagramas que se plagian los partidos políticos en sus programas electorales. Otra cosa es cómo transita a ese fin. El Palacio de Congresos, en la brecha que dejó la vieja azucarera -ejemplo del declive industrial de la urbe- vadea entre grúas y presupuestos ficticios. El aplazamiento de la cantidad que había comprometido el gobierno no contribuye a despejar dudas sobre el horizonte de finalización de la obra.
Para esa función congresual se sumaba el proyecto de reforma de San Marcos, que iba a consolidar el estrellato del parador en la cadena pública y mejorar la oferta turística de la ciudad. La renovación pasó del alero a los cajones del Ministerio; y ahí sigue, mientras se enquista el futuro del parador, amenazado por recortes de empleo y reticencias de los trabajadores ante las reivindicaciones que observan desde el Ayuntamiento.
Vías y transporte
La integración de Feve corre mutilada, con el paso cortado a los hospitales (fue el primer ejemplo de proyecto varado en la ciudad); pero vive en una isla de privilegio si se compara con la quietud que trae la alta velocidad a León. La estación provisional será definitiva; la definitiva, se fue al cajón; el soterramiento se acaba de enterrar junto a León Alta Velocidad y la Alta Velocidad busca traviesas para pasar de Valladolid al norte. La misma suerte corre por la traza de la A-60, donde no se espera actividad en los próximos años con el puñado de euros que le ha asignado el presupuesto del Estado.
Parque Tecnológico
Ese buque insignia para el desarrollo de León, se anunció para el Parque Tecnológico, es hoy otra vía de traspaso de actividad a Boecillo, con el impulso de la consejería de Economía y Empleo de Tomás Villanueva. Se ha anunciado ya el despido de seis de los siete empleados en el parque, que tiene una cuarta parte vacía y no tiene presupuesto para el 2013. Por ese mismo camino va el Ceei, de Onzonilla, con diez empresas y setenta empleos cuestionados.
El Emperador como centro de las Músicas Históricas también se replantea. El Gobierno paró la obra de reforma y condiciona su continuidad a que haya demanda de conciertos.