«Seguimos siendo ciudadanos de segunda en nuestros derechos»

—¿Los autónomos siguen siendo trabajadores de segunda en cuanto a sus derechos, como el paro o sus jubilaciones, a pesar de los avances?

—Efectivamente siguen siendo ciudadanos de segunda categoría. En muchos ámbitos vemos que se legisla todavía pensando que hay 13 millones de ciudadanos que trabajan por cuenta ajena y se olvidan de que hay tres millones que trabajan por cuenta propia. Por ejemplo, ahora se debate la reforma de la Ley Hipotecaria y los desahucios. El proyecto habla de que para acogerse a la moratoria hay que estar en situación de desempleo, en lo que no van a estar nunca los autónomos. Qué fácil hubiera sido poner ser demandante de empleo, para acoger también a este colectivo. Es el problema que nos encontramos a diario. Y la mujer autónoma ha sido la gran olvidada también en las iniciativas puestas en marcha para el colectivo femenino.

—El Gobierno anuncia para este mismo mes un segundo paquete de medidas de ajuste económico. ¿Estamos para más reformas de este tipo?

—Ahora hay que combinar ajustes con medidas de crecimiento económico. El gran ajuste que queda en el país es el de la Adminstración, donde hay que recortar es ahí, pero es donde más cuesta meter la tijera. No estoy diciendo que sobren funcionarios, pero hay muchas empresas públicas, muchas fundaciones, muchos consejos, muchos observatorios,... No sólo son prescindibles sino que están siendo una competencia al sector privado. Tampoco entiendo que con lo que están pasando ahora los ciudadanos sigan subvencionándose organizaciones empresariales y sindicales, incluso de autónomos, por ejemplo.

—Ustedes defienden funcionar con sus cuotas.

—No lo defendemos, lo practicamos. Somos una organización nacional que por ejemplo en Castilla y León mantiene una estructura en todas las provincias, que no ha tenido que hacer ningún ERE y mantiene sus estructuras desde la independencia, con las cuotas de sus socios. Ningún ciudadano tiene que mantener la estructura de ATA con sus impuestos. Me gustaría que así fuera con todos.

—Usted propone evitar las duplicidades en las administraciones por eficiencia y por ahorro, ¿no han pensado hacer la misma limpieza en su casa? ¿Es imposible el acuerdo entre las múltiples organizaciones de autónomos que existen?

—Según los últimos datos del ministerio representamos al 37% de los autónomos de este país, y Upta al 31%. Entre las dos representamos al 70%. Hay otras organizaciones con una representación que no se acerca. Aunque tenemos un frente común en muchos ámbitos, nos separan muchas cosas. Entre ellas que Upta está ligada a los sindicatos, algo que no está en nuestra filosofía, somos independiente. Con el tiempo a cada uno se les está poniendo en su sitio, si el día de mañana se suprimieran las subvenciones veríamos que estarían las organizaciones que tienen un peso específico para defender a sus asociados.

—¿Cuál es su previsión de la evolución económica?

—La situación sigue siendo dura, aunque algunos datos macroeconómicos en el 2014 puedan ser esperanzadores. Pero si la economía real fue la última en darse cuenta de que había crisis, también será la última en percibir que estamos saliendo de ella. La recuperación de empleo va a ser muy tenue, no tenemos sector productivo capaz de absorber el paro. Los ciudadanos van a tardar en percibir la recuperación.

—¿Van a aguantar los autónomos otros dos años de crisis?

—No digo que vaya a durar dos años. Pero aunque suene feo, los autónomos han tocado suelo y van a arrastrarse sobre él, no pueden caer más. Muchos han adaptado sus negocios a esta situación. La pérdida importante de autónomos ya se ha frenado. Ahora son los únicos que están creando empleo, incluso en la actual situación de la economía, y eso no puede ignorarse.