El equipo de gobierno ya no quería incluir la partida este año y se vio obligado
La partida destinada a las ayudas especiales a la plantilla no aparecía en el presupuesto de 2013 aprobado inicialmente, ya que la pretensión del equipo de gobierno era ya que este año no hubiera esta consignación.
Sin embargo, en la aprobación definitiva de las cuentas, tuvieron que incluirse 376.000 euros con destino a préstamos para vivienda y ayudas al estudio y becas de funcionarios y laborales. Una incorporación obligada tras el informe emitido por el responsable del servicio de Recursos Humanos que indicaba que partes del convenio de derechos sociales con el personal siguen vigentes y sus partidas han de tener dotación.
La partida fue restada del capítulo de amortización de deuda. No sólo el equipo de gobierno argumentó que estas ayudas ya no podían sostenerse dada la situación económica que vive el país, la necesidad de ajustes y también de evitar discriminaciones con el resto de los ciudadanos que no disponen de incentivos para la vivienda o los estudios de sus hijos o de ellos mismos. También el diputado no adscrito Matías Llorente comentó la necesidad de ir suprimiendo progresivamente estas ayudas especiales. «No pueden mantenerse prebendas en algunos lugares».
Un comentario que suscitó las críticas más airadas de los sindicatos y sus representantes en la Diputación, que pidieron su dimisión, convirtiéndolo en los siguientes plenos en objeto de sus pancartas de protesta y reivindicación.