Colores que buscan tradición

En Pandorado el ambiente festivo era ayer inconfundible. Música, risas, juegos hinchables para niños y los puestos de comida acompañaban a los doce pendones que esperaban en la puerta de la ermita, la atracción que más destaca y atrae la atención de la gente que viene de los alrededores. Junto a los pendones está el grupo Canales, alrededor de veinte personas, todos ataviados con polos de color rojo oscuro. Son gente del pueblo que han decidido recuperar el pendón que ostenta, de color rojo y amarillo, para salvarlo del olvido y cuidar así sus tradiciones. Los miembros del grupo de música llevaban también trajes tradicionales de distintos puntos de la provincia, para colaborar también en el cuidado y conservación de las tradiciones leonesas. Con su llegada, el ambiente se terminó de animar y la gente esperaba entusiasmada, mientras bailaba y aplaudía, a las campanadas que marcan el comienzo de la procesión. La figura de la Virgen fue llevada sólo por mujeres, una costumbre propia de la comarca. La procesión llevó a los doce pendones y a la figura de la Virgen a la zona del Campo de Dios, donde el padre Ovidio Álvarez homenajeó a la Virgen de Pandorado, llamándola «la madre de toda la comarca», e invitando también a todos los presentes, locales o visitantes, a ser parte de la familia que celebró ayer la Asunción de su madre. Terminada la procesión se celebró la solemne misa en la histórica ermita de Pandorado, que data del siglo XVII. Las festividades continuaron con el tradicional reparto del pan, muestra de bailes tradicionales y un concierto de violoncelo y acordeón en la iglesia de Riello, ya bien entrada la tarde.