Un 2% de desnivel, 28.000 euros
Serfunle construye ya la rampa de acceso al tanatorio para cumplir con la ley de accesibilidad, después de más de 12 años de obligación y 168 reclamaciones.
La nueva rampa, que atraviesa en diagonal todo el jardín desde la esquina opuesta a la puerta de entrada, está muy avanzada.
Un 2% de desnivel por encima de lo permitido por la ley estatal de accesibilidad y supresión de barreras le costará a la mancomunidad de servicios funerarios de León y su alfoz (Serfunle) 28.000 euros. El presupuesto para la construcción de la nueva rampa de acceso a las instalaciones del tanatorio de la avenida de Peregrinos. La obra que resuelve las 168 denuncias acumuladas desde el año 2001 y abanderadas por la funeraria Los Jardines, que han sido obviadas hasta ahora, a pesar de las advertencias del servicio de Sanidad y Bienestar Social de la Junta y del Procurador del Común.
La obra se encuentra ya muy avanzada, después de adjudicar el contrato a Construcciones Carriegos por 28.000 euros, por debajo de los 41.000 que constaban en la licitación, dentro de un procedimiento negociado sin publicidad al que se invitaron de forma directa a las empresas que se decidió desde el consejo de administración. Una forma de concesión, permitida al estar por debajo de los 60.000 euros sin IVA de partida, seguida para acondicionar las instalaciones del tanatorio, que costaron cerca de 4,3 millones de euros. Un proyecto que diseñaron los arquitectos catalanes Josep Val y Jordi Badia y que fue galardonado con el Premio Nacional de Arquitectura.
Las instalaciones se estrenaron en junio del 2000, antes de que la ley estatal de accesibilidad empezara a obligar en agosto del 2001 a cumplir con unos parámetros que no tiene la rampa de acceso principal, en la que el desnivel es del 10,27%, por encima del% permitido, y con 31,80 metros, en lugar de los 10 metros máximos por tramo que recoge la legislación.
Sí que entra dentro de este guión la rampa avanzada, que cruza en diagonal todo el espacio del jardín delantero. Una infraestructura con una pendiente longitudinal máxima del 6%, con dos tramos de 8,53 metros separados por una meseta intermedia. El proyecto que garantiza las dimensiones para las sillas de ruedas, además de pavimento no deslizante, duro y fijo. Diseño que carece de pasamanos laterales, a pesar de las críticas planteadas por el concejal del PAL-UL, Francisco Javier Gómez, quien además insiste en que debería haber unas escaleras adicionales.