El Ayuntamiento dignifica su entorno al asfaltar tres calles y limpiar un solar

Acceder a la Casa Consistorial de Villaquilambre es más sencillo desde ayer, gracias al asfaltado de tres calles adyacentes y la limpieza de un solar. El proyecto de urbanización ha permitido dignificar el entorno del Ayuntamiento e ir disipando la sensación de provisionalidad que acompaña al edificio desde que se inició su ampliación en marzo del 2009.

Antes de verter el aglomerado, se habían eliminado las casetas de obra que albergaban el Archivo Municipal desde hace casi diez años y los escombros que obstruían e inutilizaban la calle trasera al inmueble. Las máquinas comenzaron su labor a primera hora, bajo la supervisión del alcalde, Manuel García, y del concejal de Infraestructuras, Manuel Rodríguez Almuzara, y tras completar su trabajo asfaltaron otras tres calles del municipio que se encontraban en mal estado.

García aseguró que la urbanización «era muy necesaria, pues el entorno resultaba ya casi impracticable y la parte trasera había sido convertida en un solar en tal estado de abandono que incluso podía provocar problemas higiénicos y sanitarios en la zona». Con un presupuesto de 40.000 euros, se reformó la calle Bermudo con una nueva calzada, aceras y plazas de aparcamiento; también se rehabilitaron Miguel de Unamuno, la calle del Valle y la plaza anexa, añadiendo estacionamientos para minusválidos y pasos de peatones. Ahora, «sólo falta instalar los puntos de luz», matizó el concejal de Infraestructuras.

Paralelamente, el Ayuntamiento impulsa los remates de sus propias instalaciones iniciadas hace casi cinco años y que, previsiblemente, estarán listas el 2014 tras adjudicarse la última fase en las próximas semanas. El plazo para presentar ofertas concluye el día 11 y sale a licitación por una cuantía rebajada un 30% hasta los 542.396 euros al «suprimirse lujos innecesarios», indica el alcalde.

El Consistorio, construido en los ochenta, se había quedado pequeño para atender a una población de casi 20.000 habitantes, el cuádruple que en la fecha de su inauguración. García considera la ampliación «una rémora» que se encontró al llegar a la Alcaldía, ya que sólo estaba ejecutada a medias y acumulaba una deuda de 1,5 millones que se sumaba a los tres del proyecto. «El tiempo ha ido haciendo mella en la obra y si no vamos hacia delante todo ese dinero público se perderá, porque ya se detectaba un deterioro preocupante en lo construido, sobre todo en elementos como la calefacción o las conducciones», afirma. La ampliación dota al edificio actual de otros 2.500 metros cuadrados de superficie.