La Troika refuerza las exigencias sobre el negocio tradicional de la banca local
Los «hombres de negro» dejan Ceiss y BMN para su cuarto y último día en España.
Una imagen de una de las protestas de los trabajadores de Banco Ceiss.
El problema ya no son tanto las provisiones y la capitalización. El problema, con un negocio hipotecario en solfa por el incremento del paro y las dificultades de las empresas, es el negocio tradicional de las entidades financieras. Mucho más cuando su mercado es estrictamente local. Es el caso de Banco Ceiss, prácticamente regional por ls exigencias de reestructuración de las cajas. Con tipos de interés en mínimos históricos, guerras de captación de depósitos prohibidas y morosidad creciente, la Troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional) se preguntan ahora dónde está la rentabilidad de algunos bancos. Ayer se lo preguntaron a Ceiss, que los «hombres de negro» dejaron para su cuarto y último día en España junto con BMN.
Las autoridades económicas mundiales han adelantado esta semana al sistema financiero español que 2014 va a ser un año difícil, y les han preguntado cómo piensan ajustar su rentabilidad (su negocio tradicional), una vez que los equilibrios financieros realizados hasta ahora con la venta de participaciones industriales y otras operaciones están finalizadas.
Banco Ceiss tiene difícil respuesta. A las amenazas de nacionalización y subasta anteriores se suma ahora la apuesta por la liquidación de las entidades inviables (la antigua Caja España-Duero lo es) que además no encuentran quien se quede con ellas si no es a un coste que el Gobierno ya no parece dispuesto a asumir. Aquel músculo financiero de Castilla y León se ha convertido hoy en un problema a restar, de la manera más eficiente posible para las arcas públicas, para los jueces internacionales que deben devolver la confianza al conjunto del sistema financiero español.
Preocupación
El caso es que en esta última visita a España, cuyos resultados se adelantarán el día 16, la Troika ha mostrado su preocupación por las posibilidades de la banca española de mejorar su rentabilidad en un entorno como el actual; especialmente aquellas entidades cuyo marco de actuación es estrictamente local.
Los expertos prevén que los márgenes sigan cayendo porque la morosidad hipotecaria «está muy lejos de tocar fondo», y los tipos de interés están en mínimos. Las entidades deberán controlar pues sus costes a través de otras fórmulas, lo que hace prever un difícil ejercicio económico en 2014.