Silvia regala queso de Valdeón

Que una consejera de Agricultura ofrezca de su mano queso de su Comunidad en el Salón de Gourmets es más que marketing directo: es un regalo si se trata de una delicatesen de alta montaña leonesa como es el de Valdeón. Y Silvia Clemente, titular del ramo en la Junta de Castilla y León, fue directa hacia él después de un minucioso recorrido por el extenso stand castellano y leonés, que ayer, segundo día de salón, registró momentos de overbooking ante cecinas, jamones, dulces, quesos, botillos, pimientos y demás. Nadie da más que esta tierra, parecía ser el grito de guerra.

Fue ese el regalo de Silvia Clemente, que ayer supervisó uno a uno los stands de Tierra de Sabor para seguir reivindicando un modelo que, por ejemplo, supone que los productos leoneses aparezcan unificados y en el conjunto de Castilla y León. La unión, en este caso, es un despliegue de exquisitez y contundente gastronomía. Mientras, como si fuera el conductor de una locomotora estática, el cocinero leonés Víctor Martín seguía deleitando con productos de la tierra como materia prima para demostrar como exigencia que cocinar no puede ser aburrido. Y demostrarlo con una actitud de maestro de esos que enamora a su alumnado.

Silvia Clemente primero se paró en Nicanores de Boñar y allí mismo confesó ser admiradora y consumidora. En Tierra de León, un rosado o clarete, como se decía antes, le esperaba a la temperatura exacta y allí pudo conversar con los responsables de la bodega Gordonzello. Fue el primer brindis con los leoneses, que resultó integrador, por aquello de que el «y» de la Comunidad sea para unir y no barrera. Fue entonces cuando Clemente se encargó de ofrecer queso de Valdeón a todo aquel que pasaba por allí, a horas en las que ya se agradecía un tentempié. Y más de uno preguntaba el queso y por la en ese momento anfitriona. La comitiva intentaba acelerar la visita, pero ayer la consejera quería verlo todo y dedicarle su tiempo. Con la Asociación de Productores Agroalimentarios de León se detuvo un buen rato sobre todo para interesarse por cómo iban las cosas. Y allí se pudo corroborar que la sintonía de Tierra de Sabor parece que puede sonar afinada en todo en el territorio. Eso sí, la provincia de León a lo Fuenteovejuna, todos a una, por lo que lo siguiente era enfrentarse a botillos y pimientos del Bierzo, que debidamente estaban en posición de descanso. No eran horas. Aunque si la representante de la Junta se deja llevar un poco más, hubiera dado la hora de sentarse ante cualquier manjar berciano.