Diario de León

TRIBUNALES

Frontela busca errores para esclarecer el crimen de Navatejera

Los abogados de la familia afirman que no le pedirán plazos ni le presionarán

Luis Frontela, a la derecha, en los juzgados de Leon.

Luis Frontela, a la derecha, en los juzgados de Leon.

León

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El catedrático de Medicina Legal por la Universidad de Sevilla, Luis Frontela, que se ha hecho cargo de la investigación del Crimen de Navatejera una vez que se ha reabierto el caso, ha solicitado una copia completa del procedimiento para analizar la posibilidad de que se hayan producido errores en el proceso de la investigación, siguiendo el consejo de la familia de la víctima. Frontela se llevó la semana pasada dos cajas con diferentes objetos y pruebas correspondientes a la instrucción para realizar un análisis pormenorizado de buena parte de ellos, puesto que la familia entiende que hay suficientes elementos como para concretar la acusación contra uno de los imputados, cuyo letrado defensor estuvo presente en la última actuación.

«Nos ha pedido que no le marquemos plazos ni forma de trabajar. Sabemos que es una eminencia en su campo y queremos que haga las cosas como el sabe, porque si nos dice que todo está correcto y que no hay nada que hacer, nos atendremos a su criterio y dejaremos las cosas como estaban», señalaron fuentes del bufete de abogados de Valladolid que defiende los intereses de la familia Fernández Ameijeiras.

Base fidedigna

«También decimos que si aparece algo que desde su punto de vista sea susceptible de emprender algún tipo de actuación, lo haremos así porque tendrá una base fidedigna con absoluta certeza». Luis Frontela aceptó el encargo de la familia de Rocío Fernández Ameijeiras para reabrir el caso, después de que la Audiencia Provincial de León aceptara un recurso por el que anulaba el auto de archivo de las actuaciones dictado por el juzgado de Instrucción responsable del caso. La joven falleció en mayo de 2006, después de desaparecer de su domicilio durante aproximadamente tres semanas, bajo la falsa excusa de que se había ido a Madrid a buscar trabajo. En realidad, alguien acabó con su vida de forma violenta, depositó el cadáver en un vertedero de Navatejera y siguió enviando a su familia mensajes de móvil tranquilizadores desde el propio terminal de la fallecida. Por eso la investigación sostiene que la persona que realizó todas estas acciones es la misma que terminó con su vida. Existen sospechas de que un joven con el que se la vinculaba sentimentalmente está relacionado con el tema, pero solamente se dispone de indicios y nunca se encontraron pruebas suficientemente concluyentes.

Hubo unicamente un detenido, pero fue puesto en libertad pocas horas después de su arresto tras declararse inocente y negar su vinculación con los hechos. Pese a todo, se mantiene su imputación con cargos. Un segundo imputado, vecino de Villablino y cuyo coche se incendió en unas circunstancias muy extrañas, fue interrogado y puesto en libertad. En la actualidad se mantiene ajeno al caso.

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