La prueba de restos de pólvora y los testigos son clave para cerrar el caso

Los resultados de la prueba de la parafina en su primer estudio, a la espera de lo que depare el informe final que debe llegar en los próximos días, y los testimonios de los dos principales testigos, el policía jubilado que ayudó a detener a las sospechosas y el anciano que se encontraba en otro lugar del Paseo de la Condesa pero que tenía un excelente ángulo de visión, se convierten en las piezas básicas del puzzle en el que se han convertido la investigación y la instrucció.

Sobre los dos aspectos descansa la tesis de que el crimen está resuelto, a la esoera de que las pruebas se hagan definitivas en sede judicial. La prueba de la parafina determinó que Montserrat, la madre de Triana, había disparado un arma de fuego recientemente en el momento de la detención. Probar que los disparos fueron los que acabaron con la vida de Isabel Carrasco o encontrar argumentos que expliquen el por qué de los restos de pólvora son los asuntos hacia los que derivará a partir de ahora la postura de cada una de las partes.

El testimonio del policía nacional jubilado ya está reconocidio como crucial para las detenciones y se antoja también como fundamental en el proceso de fundamentación de la acusación en sede judicial. La misma en la que deberá declarar el protagonista de esta cuestión, que ya ha solicitado que se arbitren cuantas medidas sean necesarias para evitar que se le reconozca en la calle y que lo identifiquen los numerosos medios de comunicación que aguardan a la puerta del edificio de Sáez de Miera.

En lo que se decide cómo resolver este asunto (no se descarta la posibilidad de elegir un horario algo intempestivo en el que los juzgados permanezcan ajenos a la vigilancia de las cámaras) tampoco es de desdeñar la versión que ofrece el anciando que desde su ángulo tuvo una visión excepcional de todo lo que ocurrió y que, lo mismo que su antecesor, exige que se adopten las medidas necesarias para poder mantener su vida en el mismo plano de anonimato que hasta ahora.

En su caso, el miedo a las represalias hace el resto. Con todo, se adoptarán también las medidas oportunas para no tener que pasar ese trago.