PERSPECTIVAS DE VENTA
Las rebajas dejarán casi 30 millones de euros este verano al comercio leonés
El sector critica que las medidas de apoyo no se extiendan también a sus negocios.
Las tiendas empiezan a mostrar los carteles de rebajas en el centro de la capital.
El comercio leonés repite en su campaña de rebajas de verano la experiencia del año pasado, y ha iniciado los descuentos coincidiendo con el inicio de las fiestas de San Juan, para aprovechar la gran afluencia de gente a la ciudad durante estos días.
Desde el último fin de semana los establecimientos lucen ya carteles que en general van desde el 20 al 50% sobre los precios iniciales, en un intento de animar a los consumidores y salvar una temporada de ventas en primavera que no ha sido buena. De momento los mejores datos económicos que se anuncian no animan a los compradores a adquirir más allá de lo que necesitan o tienen calculado, y el sector, que mantiene una parte importante del empleo y la actividad económica en la ciudad, agoniza a la espera de la anunciada recuperación.
De momento para la campaña que ahora comienza los empresarios confían en repetir «por lo menos los datos del año pasado, cuando cada leonés se dejó en estas rebajas entre 50 y 70 euros», explica Alfredo Martínez, presidente del Consejo de Comercio de León. Que destaca también que el inicio de las rebajas ha sido consensuado por el sector, de hecho el resto de las asociaciones comerciales se remiten a él para hacer una valoración de las perspectivas de venta.
De repetirse esas cifras, los comercios recaudarían unos 30 millones de euros. El primer día de compras de rebajas, el sábado, fue «bastante bien, con buena afluencia de gente. Entran y miran, otra cosa es que compren. Por eso hemos puesto descuentos importantes desde el primer momento, haciendo un esfuerzo, para que los consumidores no esperen al último momento para realizar sus compras. Porque quizá entonces ya no encuentren lo que buscan».
Martínez califica de «regular» las ventas de la campaña de primavera. «Es verdad que se nota mayor alegría en la gente, pero de ahí a que se animen a comprar hay un mundo. Entran, pero se lo piensan mucho para comprar. Y las cuentas de los comercios no acaban de recuperarse».