Antibióticos se venderá como chatarra si no hay una oferta en un mes

El tiempo concursal de Antibióticos distingue a corto plazo un horizonte nada halagüeño para la compañía. Si no se concreta ninguna oferta pro la empresa en quiebra y en liquidación se va acometer la venta por separado de los activos de la sociedad; a falta de postores por el complejo industrial químico que fue emblema del pasado próspero del sector químico leonés, el proceso de acometida del próximo nivel en la fase concursal se empleará en poner a la venta equipos de fabricación y otros bienes diversos que dispongan de un mínimo valor comercial y permitan algún tipo de ingresos para satisfacer los intereses de los acreedores de la empresa que acumula deudas por encima de los sesenta millones de euros.

Habrá, incluso, un segundo grado de aplicación de este proceso de desarme de la estructura atractiva, que ahondará en el trabajo de desmantelamiento y achatarramiento del armazón fabril. Todo esta secuencia se asume en la previsión para el ciclo inmediato en el que entrará la liquidación de la empresa, tras resolver la extinción de los puestos de trabajo, a un nivel que se acerca al despido colectivo (según la planificación, sólo se mantendrán la vinculación de 24 operarios, en función de retén). Ese es el escenario al que se enfrenta la empresa después de superar todos los estadios en una intervención judicial que se derivó de un endeudamiento sin solución viable y líneas de producción inactivas, que hizo estériles cualquier intento de recuperación.

Previos a la salida que hace suponer a un Antibióticos desarbolado en la forma y en el contenido se acumulan las fases dispuestas para tratar de evitar el desenlace de la venta al peso de los hierros que dan soporte físico a la fábrica, que también vivió tiempos de vigor y esplendor antes de la entrada en barrera. Se superó el periodo mínimo fijado para la recepción de ofertas sin respuesta firme al otro lado; conocida la retirada de Gadea, con una única consideración de oferente para la posición del fondo de inversión Black Toro, una vez que hizo efectiva la garantía económica imprescindible para estar en la puja final; con severos defectos de forma, al parecer, no atendió a los requerimientos que se le realizaron para que presentara oferta firma, y un proyecto legible en lo esencial. De ese tobogán de trámites matizados a media se derivó la medida traumática que está encaminada a desprenderse de masa laboral, acorde a la falta de perspectivas para devolver la actividad a la unidad productiva.

En este vaivén de incertidumbres se añaden las señales de vida instintivas de las que ha dado muestras la mayor parte de la plantilla, partícipe de las iniciativas corporativas llamadas a convencer al grupo Gadea de que su proyecto industrial para la fábrica tiene predicamento en la masa laboral. El rechazo mostrado en distintos periodos del proceso fue la causa ahuyentó a esta emporio químico y farmacéutico en su repliegue en la carrera por gestionar el mañana de Antibióticos. Las urgencias de ahora se agravarán a medida que caen las hojas del calendario estival; la misma secuencia que trajo a la fábrica a lo largo del proceso concursal, aunque recrudecidas por la premura de tiempo. Del tiempo de la fábrica agotado si no hay ofertas.