El Hospital de León restringe el envío de pacientes a terapias de rehabilitación cardíaca

Las nuevas normas de funcionamiento para el acceso a la rehabilitación cardíaca en el Hospital de León han dejado fuera al 80% de los pacientes que se atendían hace dos años. El servicio rehabilitó a 250 pacientes hace dos años pero los criterios de participación implantados a partir de enero de 2014 han restringido a 48 el número de beneficiarios.

Los cardiólogos tienen instrucciones nuevas para derivar a los pacientes que limitan el acceso según la edad, el lugar en el que se viven y la patología que padecen.

Hasta el año pasado eran candidatos a participar en el programa las personas mayores de 80 años, que ahora ya no se derivan. Tampoco acuden a la unidad los pacientes que vivan fuera de León ya que la disponibilidad del programa se limita a la cercanía geográfica. Los que sí participan lo hacen menos tiempo, de las 12 semanas de ejercicios de hace dos años a las diez actuales. Se quedan fuera los enfermos operados con válvulas, miocardiopatías, patologías congénitas o implantados con dispositivos cardíacos.

Los cardiólogos reciben instrucciones de que las nuevas reglas limitan el acceso a las cardiopatías isquémicas (angina inestable, infarto agudo de miocardio, revascularización quirúrgica), fracción de eyección del ventrículo izquierdo mayor o igual al 40%, menores de 80 años, diez semanas de duración y cercanía geográfica).

La unidad de rehabilitación del Hospital de León es la única pública de toda la Comunidad. Salamanca y Valladolid tienen centros privados, aunque ésta ultima también rehabilita a pacientes enviados por los hospitales de la provincia.

Se inauguró en 1999 con el cardiólogo Estaban García Porrero al frente. Porrero ha declinado hacer declaraciones a este periódico sobre la situación actual del servicio. Sin embargo, fuentes consultadas por este periódico confirman la reducción de pacientes por las limitaciones de acceso así como el cambio de coordinación, ya que ha pasado de depender de Cardiología a Rehabilitación.

Tras su inauguración, la unidad creció en pacientes tratados y especialistas participantes en el proyecto, en el que colaboraban fisioterapeutas, psicólogos y psiquiatras.

La reducción drástica de pacientes que acuden al servicio viene principalmente por la eliminación del programa de rehabilitación cardíaca con ejercicio físico no supervisado, destinado a un centenar de pacientes de los pueblos de León, que son los que más dificultades tienen para acudir a las consultas presenciales en el Hospital. El paciente aprendía los ejercicios en la unidad y luego las practicaba solo en su casa, pero vigilados con entrevistas de control periódicas.

No se cumplió lo previsto

Los planos de la obra de ampliación y rehabilitación del Hospital recogían un espacio específico para la rehabilitación cardíaca de los pacientes infartados. Sin embargo, esa obra nunca se llevó a cabo. Tras pasar de una sala en el Princes Sofía al Hospital San Isidro, donde han permanecido hasta hace dos años, los usuarios de este servicio están atendidos ahora en un espacio diseñado inicialmente para Neumología.

La estimación es que los programas de rehabilitación cardíaca podrían llegar a 1.500 pacientes al año en León. Estas técnicas reducen un 30% la repetición de los episodios cardiovasculares de las personas enfermas.