El mercado laboral leonés esconde a más de 4.000 ‘falsos autónomos’

Hacen el mismo tipo de trabajo que si fueran asalariados en la empresa para la que realizan sus servicios, pero están dados de alta como autónomos. Con ello la compañía contratante se ahorra el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social, y tiene las manos libres para cancelar la relación con el trabajador cuando decida. Y el autónomo que en realidad no lo es pierde buena parte de los derechos que obtendría si forma parte de la plantilla contratada.

Son los ‘falsos autónomos’, un fenómeno que ha crecido con la crisis, según ha desvelado incluso la Encuesta de Población Activa, pero sobre el que no existen datos fiables. Los distintos sectores calculan, sin embargo, que algo más del 10% de los trabajadores que están dados de alta en el Régimen Especial de Autónomos lo hacen forzados por las circunstancias, no porque realmente tengan voluntad de ser trabajadores por cuenta propia. En el caso de la provincia de León, este porcentaje arrojaría un volumen de ‘falsos autónomos’ de algo más de 4.000 personas.

Creciente

Actualmente el número de trabajadores autónomos en la provincia ronda los 39.000. León sigue encabezando, como ha hecho tradicionalmente, el ránking nacional de trabajadores por cuenta propia.

Además, y pese a las dificultades económicas de los últimos años, el número de autónomos ha crecido de forma destacada: en la actualidad hay casi 4.000 trabajadores por su cuenta más que en 2007 en la provincia.

Las organizaciones de trabajadores autónomos tampoco se ponen de acuerdo en valorar la incidencia del fenómeno de los ‘falsos autónomos’ sobre este incremento. De hecho, aseguran que ha sido la necesidad de tener que recurrir al autoempleo para poder seguir en el mercado laboral lo que ha producido este incremento en el número de autónomos, a pesar de que en los últimos siete años se han destruido también muchas iniciativas por cuenta propia.

En cualquier caso, y para intentar evitar las situaciones de fraude, se creó la fitura de los Trabajadores Autónomos Económicamente Dependientes (Trade). Son aquellos trabajadores que realizan una actividad económica o profesional de forma habitual y predominante para una empresa o persona, de la que dependen al menos un 75% de sus ingresos.

Esta modalidad exige firmar un contrato especificando la relación laboral, y aunque es el autónomo quien se hace cargo de sus cotizaciones se le reconocen algunos derechos, como días de descanso o una indemnización en caso de ruptura no justificada del contrato. Sin embargo, a nivel nacional, únicamente 15.000 personas se han inscrito en este sistema de los casi 280.000 autónomos que depeden básicamente de una sola empresa.