... y el condenado exige su libertad tras permanecer tres años en prisión
El abogado dice que el juez no fue imparcial y que un testigo protegido que es menor de edad no pudo ver desde su posición en el portal quién era el conductor del vehículo desde el que se dió la puñalada mortal
El acusado del crimen del Crucero a su llegada al juicio en la Audiencia Provincial
Enrique Arce Mainzhausen, letrado de la defensa de Gustavo M. el principal condenado por el crimen, sopesa la posibilidad de plantear su puesta en libertad ante los argumentos aportados por el Tribunal Supremo. Gustavo se encuentra en prisión desde el día siguiente de los hechos y forma parte de la nómina de reclusos del Centro Penitenciario de Villahierro, en Mansilla de las Mulas.
Sostiene el letrado en su recurso que el Magistrado-Presidente no fue imparcial en su actuación y que el testigo protegido número 1 (un menor de edad) no pudo ver desde su posición en el portal quién era el conductor del vehículo desde el que se propinó la puñalada mortal a la víctima ni lo acontecido en el espacio de la ventanilla.
En fase de instrucción, el testigo afirmó haber visto al autor del crimen tirar el arma al aire para luego en el juicio declarar que vio como se deshizo de ella en una alcantarilla.
Aporta Arce Mainzhausen alegaciones al hecho de que no se hallara vestigios de sangre en las ropas de Gustavo ni tampoco en su vehículo y el hecho de que la Policía Nacional informó de la existencia de restos de sangre en la casa correspondientes al fallecido pero pertenecientes a un incidente que se había producido la tarde anterior.
Objeta que las manifestaciones del condenado autoinculpándose ante la policía carecen de valor probatorio y pide que no se tenga en consideración las manifestaciones de un hermano de la condenada por encubrimiento. Y añade que no se hace constar en la sentencia una rueda de reconocimiento.