Las vacantes se repartirán entre los 26 departamentos

Tras la aprobación de los criterios, la Universidad de León decidirá en noviembre a que áreas de los 26 departamentos con los que cuenta la institución académica tendrán como destino los nuevos catedráticos. El siguiente paso ya será el concurso público, en el que se determinará quiénes son los mejores candidatos para cada una de las plazas.

Son los propios profesores los que tienen que postularse como aspirantes a catedráticos, después de conseguir la correspondiente acreditación que así lo verifica de la Agencia Nacional de la Evaluación, la Calidad y la Acreditación. Entre ellos, aunque son variables, está el de ser profesor titular en alguna de las universidades españolas y estar en posesión del título de doctor, y se tendrá en cuenta la labor investigadora que haya realizado, los impactos y sus publicaciones o los sexenios y años de docencia.

Las características de la Universidad de León, un centro pequeño en la que los profesores tienen una media de edad de 52 años, también ha influido en las convocatorias de plazas a catedrático, marcadas principalmente por la tasa de reposición impuesta por el Gobierno en el 2011. Por este motivo, la institución académica ha estado uniendo en los últimos cuatro años las plazas libres que quedaban cada dos años para poder sacar vacantes. En el 2013 fueron dos ayudantes doctores y este año serán otras dos plazas para este rango además de otras seis a catedrático. El Gobierno ya ha levantado la tasa de reposición fijada en el 10% y la ha elevado hasta el 50%, lo que ampliará el margen de actuación de las universidades.