Condenado a 14 años el acusado de matar con una maza y un cuchillo a su madre y robarle para comprar droga

La Audiencia provincial de León ha condenado a Manuel Esteban M.F. a 14 años y dos meses de cárcel como autor de un delito de asesinato y otro de robo con violencia por matar a su madre para robarle. Por el delito se asesinato se le impone una condena de 12 años de cárcel y dos años y dos meses de prisión por el de robo con violencia, así como al pago de las costas.

En la última sesión del juicio, el pasado 39 de mayo, la Fiscalía rebajó de 21 años a 14 años y 2 meses la petición de pena para el acusado, que reconoció que había matado a su madre el 23 de febrero de 2015 en León con una maza y un cuchillo

La rebaja de pena de la Fiscalía se produjo al atender la atenuante "muy cualificada" de toxifrenia, ya que estaba enganchado a la cocaína cuando sucedieron los hechos.

Inicialmente, el Ministerio Fiscal pidió para Manuel Esteban M.F., de 43 años, una pena de 17 años por asesinato y 4 por robo con violencia, que rebajó durante la vista oral a 12 y 2 años y dos meses, respectivamente. Por su parte, la defensa solicitó la libre absolución o que, subsidiariamente, se tuviera en cuenta las atenuantes planteadas por la Fiscalía, especialmente las derivadas del consumo de droga.

Manuel Esteban M.F. reconoció que sobre las 9.15 horas del 23 de febrero de 2013 se dirigió a la vivienda de su madre, Teresa F., de 68 años, con la intención de matarla para robarle y poder comprar droga.

"Me vino a la cabeza la idea de matar a mi madre para robarle y poder consumir droga", confesó ante el tribunal, y admitió, a preguntas de la fiscal, que no se planteó únicamente robar a su progenitora sin la necesidad de matarla y ha dicho que esa tarde consumió dos gramos de cocaína.

Al llegar a la vivienda de su madre, la golpeó con una maza y seguidamente cogió un cuchillo de grandes dimensiones, con el que la agredió hasta causarle decenas de heridas. Tras matar a su madre, la tapó con una manta y lo revolvió todo para "simular un robo", y allí mismo siguió consumiendo cocaína antes de abandonar la vivienda, de la que cogió 180 euros de un cajón y las tarjetas de la víctima, de las que conocía el número pin.

Con las tarjetas sacó 600 euros en un banco de la calle Mariano Andrés y al día siguiente la misma cantidad en otra entidad ubicada en la calle José María Fernández, dinero que, según ha explicado, destinó a drogas y a servicios de prostitución.

Tras su detención al día siguiente cuando deambulaba descalzo por el alfoz de León, confesó a la Guardia Civil que había matado a su madre y que lo había hecho para robarle. Explicó que llevaba enganchado a la cocaína desde junio de 2013, que había solicitado nueve créditos para financiar su adicción y que al comprobar que ya no podía conseguir más dinero por ese sistema fue cuando decidió matar a su madre.

Los forenses declararon en el juicio entienden que el acusado no sufría "una alteración de la inteligencia cuando cometió los hechos" como prueba que modificara el escenario del crimen. La víctima vivía sola en su domicilio desde que había quedado viuda en 2011, y además del acusado, tenía otras dos hijas que residen en Galicia.