El rey enaltece a la Academia Básica del Aire

luis urdiales | león

El rey Felipe VI alentó a los alumnos de la vigésimo cuarta promoción de la Academia Básica del Aire a llevar «todos los valores que habéis aprendido durante la formación, y a aplicarlos a vuestra dedicación profesional». Este deseo del monarca puso el colofón a los actos de la entrega de despachos del centro de formación militar leonés, que se funda en torno al paso a la escala de suboficiales de 185 nuevos sargentos. El rey de España brindó por el futuro de la nueva promoción en un ágape que cerró una ceremonia militar con todas las dosis de solemnidad que requiere la puesta en escena de la graduación de la nueva hornada que completa sus estudios en La Virgen del Camino. Este de la entrega de despachos es una de las referencias castrenses más enraizadas en León, y porta todos los aditivos emocionantes de una parada militar, además del que ensalza la diplomatura de los nuevos suboficiales del Ejército del Aire. Para ellos fueron las palabras de cariño que pronunció el coronel director de la academia, en lo que vino a interpretarse como la última lección impartida del curso. «Son consejos de un viejo aviador», introdujo Juan Ángel Treceño, que exhortó a los alumnos licenciados a ser íntegros en su dedicación, para la que se han formado los tres últimos años en la academia. «Para que todo esto tenga valor, hay que ser siempre íntegros; el trabajo, la humildad, la pasión son valores necesarios; pero no son nada sin integridad», pronunció el coronel tras certificar en presencia del rey, de otras autoridades que presenciaron el acto (el ministro de Defensa, Pedro Morenés, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, la delegada del Gobierno, María José Salgueiro, y otras del más alto rango militar) que los sargentos de la vigésimo cuarta promoción están «preparados para las tareas y exigencias que se les van a encomendar». «El ejército del Aire quiere a los mejores», redundó Treceño. Más emoción para los alumnos cuando el rey Felipe VI ordenó el «rompan filas» «por última vez en esta academia» que suele celebrarse con el lance de las gorras al cielo leonés. Emoción para Luis Alberto Puigdomenech, número 1 de la promoción; y para Adriana Bartolomé, distinguida con el primer Dama de Arintero de la Academia Básica del Aire. Un desfile aéreo y terrestre dio paso a un ágape en el que el ministro Morenés brindó por «el primer aviador de España, el rey Felipe VI».